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Reproducimos aquí una parte de lo dicho por el Papa Benedicto XVI sobre la Iglesia de China y su petición de realizar una jornada de oración por ella mañana martes:
“El martes 24 de mayo es un día dedicado a la memoria litúrgica de la santísima Virgen María, Auxilio de los cristianos, venerada con gran devoción en el Santuario de Sheshan en Shanghai: toda la Iglesia se une en oración con la Iglesia que está en China. Allí, como en otros lugares, Cristo vive su pasión. Mientras aumenta el número de quienes lo acogen como su Señor, otros rechazan, ignoran o persiguen a Cristo. «Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?» (Hch 9, 4). La Iglesia en China, sobre todo en este momento, necesita la oración de la Iglesia universal. Invito, en primer lugar, a todos los católicos chinos a proseguir y a intensificar su oración, sobre todo a María, Virgen fuerte. Pero también debe ser un compromiso para todos los católicos del mundo rezar por la Iglesia que está en China: esos fieles tienen derecho a nuestra oración, necesitan nuestra oración…
…Los católicos chinos, como han dicho muchas veces, quieren la unidad con la Iglesia universal, con el Pastor supremo, con el Sucesor de Pedro. Con la oración podemos obtener para la Iglesia en China el don de permanecer una, santa y católica, fiel y firme en la doctrina y en la disciplina eclesial. Merece todo nuestro afecto.
Sabemos que entre nuestros hermanos obispos hay algunos que sufren y están bajo presión en el ejercicio de su ministerio episcopal. A ellos, a los sacerdotes y a todos los católicos que encuentran dificultades en la libre profesión de fe les expresamos nuestra cercanía. Con nuestra oración podemos ayudarles a encontrar el camino para mantener viva la fe, fuerte la esperanza, ardiente la caridad hacia todos e íntegra la eclesiología que hemos heredado del Señor y de los Apóstoles y que nos ha sido transmitida con fidelidad hasta nuestros días”…
Sabemos que entre nuestros hermanos obispos hay algunos que sufren y están bajo presión en el ejercicio de su ministerio episcopal. A ellos, a los sacerdotes y a todos los católicos que encuentran dificultades en la libre profesión de fe les expresamos nuestra cercanía. Con nuestra oración podemos ayudarles a encontrar el camino para mantener viva la fe, fuerte la esperanza, ardiente la caridad hacia todos e íntegra la eclesiología que hemos heredado del Señor y de los Apóstoles y que nos ha sido transmitida con fidelidad hasta nuestros días”…
El texto completo se puede leer en esta dirección:
CONTAMOS CON VUESTRAS ORACIONES