Para las Parroquias, la Pastoral de la Salud representa una prioridad dentro de los diferentes campos de trabajos pastorales que se llevan a cabo, partiendo de la base que es el propio Jesucristo quien genera esta pastoral, siendo pastor y sanador a través de su cuerpo.
Esta Pastoral, en cualquiera de sus modalidades específicas, se realiza y concreta en tres vertientes o cauces y, al mismo tiempo, complementarios y vinculados entre sí: la evangelización, o pastoral a través de la Palabra; la realización simbólica en la liturgia y en los sacramentos de lo que anuncia la Palabra de Dios; y el compromiso cristiano, que va dando cumplimiento en los diversos momentos y situaciones históricas a lo que la Palabra anuncia y a lo que los sacramentos representan.
Para las Parroquias esta Pastoral es también un esfuerzo constante de reflexión para llevarla adelante, siendo vivida y practicada responsablemente por todos y para todos los enfermos.
Por lo tanto podemos decir que para las Parroquias y los Agentes de Pastoral es la acción de todos los cristianos, que unidos en la Iglesia Universal y en sus comunidades locales, se dirigen a todos los seres humanos enfermos, para ofrecerles:
Por lo tanto podemos decir que para las Parroquias y los Agentes de Pastoral es la acción de todos los cristianos, que unidos en la Iglesia Universal y en sus comunidades locales, se dirigen a todos los seres humanos enfermos, para ofrecerles:
a) El sentido que el mensaje cristiano da a las realidades humanas de la vida, la salud, la enfermedad, la curación, el sufrimiento, el morir y la propia asistencia tanto a los enfermos como a sus familiares.
b) La presencia junto a los enfermos, sus familias y a cuanto les asisten, para significar con palabras, gestos y hechos que el Evangelio del amor de Dios, manifestado en Cristo, se realiza aquí y ahora mediante la liturgia y los sacramentos propios de los propios enfermos.
c) El ejercicio de la fraternidad cristiana, concretada en una asistencia humanizadora, y en la ayuda para esclarecer los problemas éticos y morales que surgen hoy en el mundo de la salud.
Y como consecuencia de esa triple acción entendemos que las Parroquias como unidad de base de acción pastoral que tiene como misión, anunciar, celebrar y vivir a Jesucristo, se deben dedicar a los enfermos, descubriendo en ellos a los miembros dolientes de la comunidad o de la feligresía, porque nos duele que nuestros hermanos sufran, y para ello los visitamos, los escuchamos, les hablamos, les acompañamos, ayudándoles a que encuentren sentido a lo que viven, a la propia enfermedad que padecen, y que sean signo de esperanza en medio del misterio del mal.
En definitiva, que a las Parroquias y a sus Agentes de Pastoral les preocupe esa persona enferma de manera total e integral, sin reducirla exclusivamente a su cuerpo, les preocupe al mismo tiempo su situación real: vivencias, reacciones, actitudes ante el dolor, vida, muerte y trascendencia.
Hay que tener muy en cuenta que los enfermos son los primeros agentes de pastoral, porque nos anuncian el acontecimiento del Cristo pascual, al ser un testigo excepcional de que a la vida sólo se llega muriendo.
Felipe Bononato Sáez
Felipe Bononato Sáez
Diácono de la diócesis de Asidonia-Jerez