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sábado, 27 de marzo de 2010

Moniciones para la Semana Santa 2010



Moniciones para la Semana Santa 2010
“Él tenia que resucitar de entre los muertos”

P. Publio Díaz R., OCD
Arquidiócesis de Barquisimeto, Venezuela, 22 de marzo de 2010

Introducción: Siguiendo el deseo de que estas fiestas centrales de nuestra fe sean celebradas con el mayor decoro posible hago mi pequeño aporte presentando este guión de moniciones litúrgicas a las celebraciones de loas días santos a fin de que las mismas puedan ser comprendidas, acogidas y vividas. Este año inserto por sugerencia de un Obispo amigo la celebración de la Misa Crismal. Como en años anteriores me alegraría que este esfuerzo pudiera ser compartido con muchos hermanos así que pueden reenviarlas a quienes lo deseen. Como siempre, pueden adaptarlas o mejorarlas a sus lugares de celebración.

DOMINGO DE RAMOS EN LA PASION DEL SEÑOR

CONMEMORACION DE LA ENTRADA DEL SEÑOR EN JERUSALÈN (ANTES DE LA BENDICION DE LOS RAMOS).

Con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor abrimos las puertas de esta Semana Grande en el arco de celebraciones del Año Litúrgico en la que recordaremos y haremos vivencia de los misterios que nos dieron la vida: la Pascua de Jesús.
Emulando a los niños hebreos que con palmas y hosannas recibieron a Jesús en Jerusalén, nosotros le aclamaremos con nuestros ramos y alabanzas como Rey victorioso. La lectura del Evangelio y la procesión con los ramos y palmas nos recordarán, en el marco de esta pasión celebrada, la actitud con que debemos vivirla: la del discípulo que comparte el mismo destino de su Maestro.
Monición al Evangelio-Procesión: Su entrada definitiva en Jerusalén no tiene el brillo de los grandes potentados, pero si el anuncio de una gran victoria. Escuchemos.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura: El tercer canto del siervo anuncia su condición de discípulo fiel a la misión, incluso en el sufrimiento. No se verá derrotado pues siempre espera en su Señor. Escuchemos.
Monición Segunda Lectura: La humillación de Jesús hasta lo mas profundo de la miseria humana fue la ruta de su exaltación sobre cielo, tierra y todo ser humano. Escuchemos.
Monición al relato de la Pasión: El relato Lucano de la Pasión nos introduce en el conmovedor gesto de Jesús por la humanidad: su muerte por salvar a todos. Escuchemos con atención.
Monición Preparación de los dones: Frutos generosos de tu bondad, que al dárnoslo en tierra labrada con sudor, serán pan y vino transformados por el poder de tu Espíritu en tu cuerpo y sangre ofrecidos para la salvación de todos.

LUNES SANTO

Monición Ambiental: Paso a paso la liturgia nos va acercando a los últimos episodios de la vida mortal de Jesús aleccionándonos a seguir su ejemplo. La vivencia del misterio eucarístico nos ayude a perfilar cada día en nosotros las actitudes del discípulo que comparte la misión y el destino de su maestro. Iniciemos pues con alegría nuestra celebración.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura: El primer canto del siervo del profeta Isaías coloca la misión de este en la línea de la elección y del desborde del Espíritu sobre él para realizar la misión
Monición Evangelio: Betania, lugar de reposo, donde se esparce la fragancia del perfume de nardo y el gesto de la amistad suple el interés del corazón oscurecido por el pecado. Escuchemos
Preparación de los dones: El pan y el vino traídos a la mesa común, alimentos que reparan las fuerzas de la humanidad, serán transformados por el mismo Espíritu que plenificó a Cristo en su cuerpo y en su sangre.

MARTES SANTO

Monición Ambiental: Caminamos hacia la celebración de la Pascua. La vida de Jesús está signada por la fidelidad a la misión encomendada por el Padre. La maldad de los hombres teje su desenlace final. La celebración de la Eucaristía nos introduce en el misterio de Dios que por amor se ha entregado por nuestra redención. Iniciemos nuestra celebración con la certeza de sabernos salvados.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura: El segundo canto del siervo del profeta Isaías prolonga lo que el primer canto anunciaba sobre la misión de este sobre Israel. Una particularidad se asoma en este canto: su misión no se restringe a Israel sino que se hace universal. Escuchemos.
Monición Evangelio: La intimidad de una cena de amigos es el preludio de una traición que estará marcada por la oscuridad del que ha dejado espacio al pecado. Escuchemos.
Preparación de los dones: El esfuerzo humano convertido en los signos sencillos del pan y el vino ofrecidos ante el altar será transformado en el cuerpo humilde y la sangre vertida del Señor Jesús para salvación de la humanidad.

MIERCOLES SANTO (EN VENEZUELA SE CONMEMORA A JESUS NAZARENO)

Monición Ambiental: El siervo sufriente, aquel que lleva sobre si el pecado del mundo es aquel que fiel a su misión persevera en ella pues confía profundamente en su Señor. El, cargando con la cruz de todos, se hace solidario con el pecador. La Eucaristía nos introduce al misterio de la solidaridad divina al entregar su cuerpo y su sangre para redención del mundo. Iniciemos nuestra celebración uniendo nuestros corazones en alabanzas al Dios liberador.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura:
Siervo que escucha la Palabra y en ella encuentra su fuerza para consolar a otros aunque tenga que soportar la hostilidad y la agresión física de los otros. Escuchemos
Monición Evangelio: El paso de una incondicional amistad es la traición del amigo. La cena coloca en evidencia la pena por el traidor que ha escogido libremente el camino de las tinieblas. Que nuestra atención este colocada en la proclamación de este evangelio.
Preparación de los dones: Así como Jesús, varón de dolores, ofreció su vida al Padre, hoy entregamos lo que somos, vida triturada en el molino y el lagar de la vida en el pan y el vino para que sean transformado en el cuerpo y la sangre gloriosa del Señor Jesús.

JUEVES SANTO

MISA CRISMAL.
Monición Ambiental:
En esta celebración, celebrada al final de la Cuaresma, emerge la figura de Cristo, sacerdote único de la Nueva Alianza, en torno al cual por un llamado especial se configura el sacerdocio ministerial. En esta Eucaristía el Obispo, cabeza visible del Cristo Pastor, evoca de una manera especial su ministerio pastoral sobre el rebaño a él confiado, junto al cual se despliega el ministerio de los sacerdotes como leales colaboradores en la misión y la comunidad toda que expresa su veneración y adhesión a su Obispo diocesano. En este año sacerdotal, la figura de Cristo Pastor, está llamada a ser reconocida y vivida con inteligencia amorosa por todos los ministros que comparten la misión sacerdotal de Cristo.
Cercana, pues, ya la Pascua la Iglesia hace presente también en esta celebración a través de la bendición de los óleos de los enfermos y catecúmenos y la consagración del sagrado crisma, los medios llenos de la virtud del Espíritu Santo a través de los cuales todas las acciones sacramentales de la Iglesia están llenas de la eficacia del misterio pascual.
Participemos, queridos hermanos, en esta celebración, pidiendo al Señor que en torno a la misión que hemos recibido en el bautismo podamos configurar el rostro de una Iglesia mas servidora y mas atenta a las necesidades del mundo.


LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura: La misión del profeta se inscribe en un gran evento de solidaridad con el pueblo: es llamado a consolar, reconstruir y cambiar totalmente la situación en que se encuentra el pueblo. Esta es la buena noticia. Escuchemos.
Monición Segunda Lectura: Jesucristo, vencedor de la muerte, prenda segura de triunfo para la Iglesia perseguida. El es el alfa y la omega, que lo abarca todo y quien extiende su acción y poder sobre todo. Escuchemos
Monición Evangelio: La Palabra y el Espíritu Santo son los grandes animadores de la misión de Jesús: ser portador de la buena noticia de salvación, especialmente a los más pobres y excluidos. Escuchemos con atención.
Monición a la Renovación de las Promesas Sacerdotales: La comunión del presbiterio con su Obispo, Padre y Pastor de esta Diócesis, expresada en la concelebración eucarística y en la bendición de los oleos se convierte en el espacio privilegiado para renovar las promesas sacerdotales realizadas por cada sacerdote el día de su ordenación y que tiene a una mayor valorización del precioso don recibido. En este año sacerdotal adquiere este momento un relieve especial pues a cada sacerdote le hace apropiarse de la vocación recibida como participación de la misión de Cristo y de su ejercicio en la Iglesia y en la comunidad humana.
Monición a la bendición de los Oleos y consagración del Sagrado Crisma( para ser dicha después que se diga el “Por él sigues creando todos los bienes” de la Plegaria Eucarística I o antes de la doxología “Por Cristo, con él y en él” de las restantes plegarias eucarísticas): Esto aceites que ahora serán bendecidos por el Obispo se remontan principalmente al uso que el pueblo de Israel hacía para consagrar o ungir a sus reyes, a los sacerdotes y los profetas. Ellos hoy expresan toda la vida de Dios manifestada en las acciones sacramentales en la Iglesia y llevaran a la asunción de un compromiso proveniente de la gracia recibida y de una misión ante el pueblo. El óleo de catecúmenos fortifica, el crisma consagra y el óleo de enfermos lenifica las heridas del dolor y la enfermedad.

TRIDUO PASCUAL

JUEVES SANTO EN LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTIA


Monición ambiental: Tarde del Jueves Santo, cena de amigos. Un poco de pan de vino expresan el gesto del amor mayor: la entrega del Hijo que como nuevo Moisés sale a salvar a su pueblo. Eucaristía, renovación de la antigua alianza que prolonga en el tiempo el gran mandato del maestro: ámense los unos a los otros y hagan esto en memoria mía.
Que nuestra acción de gracias sea la mejor expresión de nuestra adhesión de fe a este inmerecido misterio de amor. Comencemos nuestra celebración uniendo nuestras voces en un común canto de alabanza.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura: Una comida ritual celebrada anualmente se convierte el memorial más importante de Israel. Ella le recordará al pueblo la acción liberadora de Dios. Escuchemos.
Monición Segunda Lectura: El primer relato de la Eucaristía conocido nos introduce en la intimidad de la última cena del Señor, participación de su misterio pascual.
Monición Evangelio: La Eucaristía solo es comprensible desde el gesto de amor que se entrega. Servir es la expresión mas concreta del amor con que Jesús quiere amar a su Padre Dios y a sus hermanos. Ejemplo digno de ser imitado. Escuchemos.
Monición al lavatorio de los pies: Gestual izamos lo que la Palabra nos acaba de proclamar. El amor, mandato máximo del Señor se hace entrega y servicio a los demás. Solo así comprenderemos y viviremos el gran regalo de la Eucaristía.

PRESENTACIÓN DE LOS OLEOS
Monición a la Presentación de los óleos a la comunidad parroquial: Cada año, en la Misa Crismal, el Obispo consagra el Crisma que se utiliza en los sacramentos del bautismo, confirmación y orden sacerdotal y bendice el óleo de los enfermos y de catecúmenos. Ahora nosotros con gran alegría recibimos en nuestra comunidad estos oleos que harán presente la fuerza sacramental del misterio de Cristo en nuestra comunidad parroquial.
(Se traen procesionalmente los oleos mientras se canta una pequeña estrofa de “Pueblo de Reyes”. Terminado el canto, el sacerdote presenta cada óleo diciendo lo que sigue)
S. Óleo de enfermos: Bendito seas Señor, por este óleo de los enfermos que nos regalas para sentir vigor y fuerza en nuestros cuerpos y en nuestras almas, alivio en nuestras enfermedades y dolores.
T. Bendito seas por siempre, Señor.
S. Óleo de catecúmenos: Bendito seas Señor, por el óleo de catecúmenos por el cual aumentas el conocimiento de las realidades divinas y la valentía en el combate de la fe a quienes serán admitidos como hijos de adopción por el bautismo.
T. Bendito seas por siempre, Señor.
S. Santo Crisma: Bendito seas Señor, por este Santo Crisma consagrado por la virtud del Espíritu Santo. Que los ungidos por él lleguen a la plenitud de la vida cristiana.
T. Bendito seas por siempre, Señor
(Los óleos se dejan en un lugar visible previamente preparados. A continuación se presentan los dones del pan y el vino y lo que hoy pueda ser significativo p.e. la colecta para los pobres)
Monición Preparación de los dones: El pan y el vino que llevamos al altar, fruto del trabajo de muchas manos se hacen signo de la unidad tan deseada por el Maestro: pan y vino transformados en el cuerpo y sangre de Cristo nos reunirán en la mesa eucarística en el banquete de hermanos.
Monición para el traslado del Santísimo al altar de la reposición: Aquello que fue un gesto funcional, guardar el pan consagrado para la acción litúrgica del viernes santo se convierte en el más significativo acto de adoración de toda la Iglesia al Señor Jesús a quien confiesa presente en el pan eucarístico. Silencio, oración, agradecimiento, sirven de trasfondo al llamado de unidad que nos pide el Maestro Jesús.

VIERNES SANTO

(Un solemne momento de silencio puede ser la mejor introducción a esta celebración. De cualquier modo proponemos la siguiente ambientación)
Monición ambiental: Confesamos en este día al Señor victorioso en la cruz. La muerte cruenta y dolorosa no puede apagar ese halo de vida que se manifiesta en el leño sagrado. Allí resplandece la potencia de Dios pues enese cuerpo inmolado se nos dará la vida.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura: El dolor encuentra en este cuarto canto del siervo toda su eficacia redentora: él sufre por el pecado de muchos intercediendo por todos. Escuchemos
Monición Segunda Lectura: En Jesús, Sumo Sacerdote de la nueva alianza, la compasión de Dios se hace humanidad, vivida por él en solidaridad con el sufrimiento y la debilidad humana. Escuchemos
Monición al relato de la Pasión: Jesús consume su vida en una entrega total realizando la voluntad de aquel que lo había enviado. Termina su vida siendo de Dios para los demás, ganando con su muerte la vida y el Espíritu que nos entrega. Atendamos con espíritu abierto la proclamación de este relato de la pasión.

ORACION UNIVERSAL
De las manos y los pies crucificados, del costado traspasado, mana la vida al mundo. Cristo, con los brazos abiertos y la Iglesia unida a su misterio de amor, levantan al Padre de los cielos una solemne intercesión por los hombres del mundo, por sus necesidades, para que este Espíritu que él nos regala desde la cruz vivifique con su poder todas las realidades del orbe entero.

ADORACION DE LA SANTA CRUZ
Pasión venerada. Esa cruz santa, de la cual pende el Salvador es revelación de nuestro destino: somos vencedores en la victoria de Jesús. Este trono sagrado lo veneramos con profundo respeto sabiendo que de él brota para nosotros vida en abundancia.

SAGRADA COMUNIÓN
La pasión que antes había sido proclamada y luego venerada ahora es comunicada en el pan eucarístico: cuerpo y sangre del Señor Jesús. La comunión con su misterio de entrega nos enseñe a vivir solidariamente el proyecto de Dios para con toda la humanidad.

SALIDA
Un altar desnudo, una cruz venerada. La tierra calla. Ante el aparente fracaso de los que mueren sin esperanza, en su muerte se abre un compás de espera, cargada de la certeza de la gran victoria del Salvador.

SABADO SANTO

VIGILIA PASCUAL
Monición ambiental: Queridos hermanos y hermanas: Hemos llegado a la noche santa de la Pascua llamada por San Agustín “la Madre de todas las santas vigilias”, en la que todo el mundo vela. Esta noche rompe el ayuno y la ausencia e inaugura la gran fiesta de la alegría cincuentenaria.
Hoy cielo y tierra se unen en un gran cántico de alabanza, en un “exultet” cósmico, aguardando con ansias el triunfo de Jesús sobre la muerte. Como un eco sonorísimo se expande sobre todo el orbe la noticia de que Dios ha actuado con “brazo fuerte y mano extendida" liberando a la humanidad entera sometida a la esclavitud del pecado por la virtud de la muerte y resurrección de Jesús y llevándola a gustar de las delicias de la tierra prometida donde mana leche y miel.
Vengan, pues, hombres y mujeres, niños y ancianos, vengan ríos, montes, mares, planetas y todo lo que contiene el universo, todo ser viviente, plantas y animales. Vengan todos desde los cuatro puntos cardinales.
Entremos como pueblo peregrino, como Iglesia renacida por el misterio de la vida en la espesura de esta noche de gracia, noche de salvación, noche que acalla el poder del infierno y que nos lleva a descubrir en el horizonte de la humanidad redimida, el lucero de la mañana, Cristo, el Señor resucitado de la muerte clareando su luz sobre nosotros y disipando nuestras tinieblas. Vengan, pues, hermanos a saborear la novedad de esta noche: Noche santa de la Pascua de Jesús.

MONICION ANTES DE BENDECIR EL FUEGO:
El fuego, humilde siervo, que marcaba en las liturgias del oriente y de Jerusalén un servicio utilitario y simbólico nos ayuda a comprender la ruptura de la oscuridad y el paso al nuevo día. Su significado nos remite a la presencia del resucitado que nos conduce de la oscuridad del pecado a la claridad de la vida nueva en la travesía de nuestra historia en la que El como columna de fuego nos conduce y nos ilumina. Este gesto simbólico se complementa con las loas al cirio o Pregón Pascual, que en tono solemne y vibrante melodía, anuncia a toda la asamblea la grandeza de esta noche de Pascua y el misterio que en ella acontece.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura:
El poder creador de Dios que envuelve a toda la creación, anuncia el dinamismo de la nueva vida ofrecida en Jesús. Pascua es creación. Todo es nuevo. Escuchemos.
Monición Segunda Lectura: La obediencia de Abraham es preanuncio del misterio de amor realizado por el Hijo en obediencia a la voluntad del Padre. Pascua es fidelidad del Hijo al amor salvifico del Padre. Escuchemos
Monición Tercera Lectura: Paso del Mar Rojo. Experiencia de liberación de la esclavitud de Egipto. La Pascua nos saca de nuestros Egiptos y nos introduce en tierra de gracia. Pascua es libertad. Escuchemos
Monición Cuarta Lectura: En la Alianza, Dios se compromete nuevamente a manifestar todo su amor sanador a un pueblo despojado de todos sus bienes hasta recuperar su dignidad. Pascua es alianza de amor. Escuchemos.
Monición Quinta Lectura: Todo hambriento y sediento de verdad y felicidad encuentra en el Dios amigo su hartura. Pascua es banquete para los alejados. Escuchemos.
Monición Sexta Lectura: El reconocimiento de Dios como felicidad suprema es la mayor sabiduría que se le pude atribuir al ser humano. Pascua es plenitud de Dios en cada persona. Escuchemos.
Monición Séptima Lectura: Donde hubo pecado e idolatría, Dios pondrá un corazón nuevo. El agua y el Espíritu serán signos de esa regeneración del pueblo. Pascua es vida de Dios sobre el pueblo. Escuchemos.
Monición al Gloria: Este bello himno litúrgico silenciado durante la cuaresma, cantado en esta noche de fiesta, marca el paso de las promesas anunciadas en el antiguo testamento y nos coloca en la dirección de su realización en Jesucristo, Señor del Nuevo Testamento. Glorifiquemos al Padre, por el Hijo con nuestra alabanza.
Monición Octava Lectura: La incorporación del cristiano al misterio del Señor muerto y resucitado realizada en el bautismo provoca en él una nueva situación: ahora vive la misma vida del resucitado. Pascua es renovación bautismal
Monición al Aleluya- Evangelio: Las notas vibrantes del aleluya pascual introduce al solemne anuncio de la Pascua de Cristo: “No está aquí, ha resucitado”. Punto cúlmen de la liturgia de la Palabra. Promesas cumplidas. Pascua es Cristo vencedor de la muerte.

LITURGIA BAUTISMAL
Monición para renovación de promesas bautismales y aspersión con el agua: Esta es la noche en que del seno de las aguas bautismales nacen los nuevos hijos para la Iglesia. Esta noche vigiliar sigue siendo la noche bautismal por excelencia por la entrañable vinculación del sacramento del bautismo con el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, como nos los recuerda el apóstol Pablo.

Esa agua bautismal derramada sobre toda la asamblea nos recordará nuestra condición de criaturas renovadas por el misterio de la Pascua según la fe que hoy profesaremos como testimonio de esa vida que queremos vivir.

LITURGIA EUCARISTICA
Monición a la preparación de dones:
La novedad de la Pascua se manifiesta en los elementos más sencillos de nuestra celebración. Ya no es el pan y el vino de la esclavitud que presentamos ante el altar sino el pan y el vino del retorno a casa que serán transformados por acción del Espíritu Santo en el cuerpo y la sangre del Señor resucitado.
Monición antes del rito de la paz: La muerte y resurrección de Cristo ha reconciliado a toda la humanidad. Desde ese momento la paz de Dios inunda el corazón de todo hombre y mujer que abre su vida al mensaje de la Pascua. En esta noche de Vigilia ser hace mas significativo este gesto de paz fraternal, cuando el mismo resucitado nos anuncia “la paz con ustedes”. Recibámosla como uno de los grandes regalos de Jesús en su Pascua.
Monición antes de la comunión: La Iglesia, como novia engalanada para su esposo, se sienta a la mesa del Banquete Pascual. La liturgia alcanza su plenitud: la Pascua que hemos anunciado a través de la Palabra y de los signos sacramentales del bautismo, se nos comunica en el cuerpo y la sangre del Señor Resucitado.
Monición de salida: Atrás han quedado la tumba vacía y los sudarios colocados sobre la losa. La muerte ha sido vencida. Hemos experimentado que el Señor ha resucitado y vive entre nosotros. Hemos de llevar esta noticia a nuestros hermanos. Iniciamos el tiempo de celebración pascual en el que el mejor anuncio de nuestra alegría pascual será siempre la vida nueva otorgada por el resucitado.

DOMINGO DE RESURRECCION
Monición ambiental:
¡Alegría, hermanos, Cristo ha resucitado! Y este mensaje lanzado a vuelo en este día conmueve el corazón de todos nosotros. Hoy hemos resucitado con El y el miedo que nos tenía atrapados en las redes de la muerte ha sido vencido. Hoy la Iglesia se ve rejuvenecida por la victoria de su Señor y proclama con gozo a los cuatro vientos esta gran noticia. Hoy se alegra por el nacimiento de sus nuevos hijos en las aguas del bautismo.
Celebremos pues hermanos, alrededor de la mesa pascual acontecimiento tan grande y experimentemos el paso liberador del Señor resucitado por nuestras vidas.

LITURGIA DE LA PALABRA
Monición Primera Lectura:
El solemne anuncio del Kerigma hecho por Pedro en Pentecostés se convierte en el núcleo esencial de la fe testimoniada por los discípulos. Escuchemos.
Monición Segunda Lectura: La Pascua sumerge al cristiano en la muerte y resurrección del Señor Jesús a través del bautismo, iniciándose así en él un estilo de vida coherente al don recibido. Escuchemos.
Monición a la Secuencia: Este canto colocado en la liturgia de la Palabra ofrece una expresión poética del acontecimiento liberador de la Pascua y se vuelve súplica confiada al Señor vencedor.
Monición al Evangelio (si es el de la misa del día Jn 20, 1-9): La constatación de un lugar vacío, unas vendas enrolladas, suscita en los discípulos la evidencia de la fe reveladas en la Escritura. Escuchemos.
Monición al Evangelio (si es el de la misa de la tarde Lc 24, 13-35): A la desilusión por el amigo muerto sucede la certeza de que El ha resucitado. De Emaús a Jerusalén un camino de fe pascual. Escuchemos

LITURGIA EUCARÍSTICA
Monición a la preparación de dones:
La vida se convierte en ofrenda junto al pan y el vino que traemos a la mesa del Señor, pidiendo que estos dones humildes sean transformados por el acontecimiento pascual en el cuerpo y la sangre del Señor resucitado.
Monición final: Concluimos la celebración del Triduo Pascual pero la fiesta no acaba. Se abre ante nosotros la celebración gozosa de la resurrección del Señor en la que junto a la Palabra y los signos sacramentales nos acercaremos a este misterio que nos da la vida. Que el testimonio de una vida transformada por el paso liberador del Señor sea el mejor anuncio de Pascua a todos los hermanos.