CONFIAR EN JESÚS
Juan 14:23-29
Juan 14:23-29
Jesús le contestó:
–El que me ama hace caso a mi palabra; y mi Padre le amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama no hace caso a mis palabras. Las palabras que estáis escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado.
“Os he dicho todo esto mientras permanezco con vosotros; pero el Espíritu Santo, el defensor que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho.
“Os dejo la paz. Mi paz os doy, pero no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. Ya me oísteis decir que me voy, y que vendré para estar otra vez con vosotros. Si de veras me amaseis os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis.
Otras lecturas: Hechos 15:1-2, 22-29; Salmo 67:1-2, 4-5, 7;Apocalipsis 21:10-14, 22-23
LECTIO:
Seguimos leyendo esta semana la enseñanza que Jesús les ofreció a sus discípulos en el contexto de la Última Cena (Juan 14-17). El texto de hoy es la respuesta a una pregunta de otro discípulo llamado Judas. (Juan 13:31-35 nos aclara que no es Judas Iscariote, ya que éste se había marchado antes para traicionar a Jesús.)
Jesús acaba de decir que se manifestará a quienes le aman (versículo 21). Judas está desconcertado. ¿Está diciendo Jesús que se va a mostrar solamente a los discípulos? Jesús no responde directamente a Judas, aun cuando es obvio que su entendimiento es muy limitado. Jesús sabe que los discípulos alcanzarán una visión más profunda después de su resurrección. Por eso, en este momento vuelve a poner de relieve su relación con Dios Padre. Recalca que su doctrina procede directamente del Padre y que lo más importante es que cada uno lleve a la práctica su enseñanza. Pero Jesús deja bien claro que no espera que nosotros podamos hacerlo por nuestra cuenta. Dios Padre va a enviarnos un defensor. El Espíritu Santo nos enseñará todo lo que necesitamos para vivir, amar y servir a Jesús.
Jesús les dice que va a dejarlos para ir al Padre. No desvela cuándo sucederá tal cosa, ni explica la naturaleza aterradora de su muerte. Lo que sí hace es infundirles confianza. Les promete que volverá a por ellos, que no se quedarán solos, sino que tendrán al Espíritu Santo para ayudarles, y que les dará su paz.
Jesús quiere que confíen en él. Aunque por el momento no lo entiendan todo, verán más tarde lo que les estaba diciendo y creerán en él.
MEDITATIO:
■ ¿Por qué pone Jesús tanto énfasis en que vivas abiertamente el mensaje del evangelio para expresar el amor que le tienes?
■ ¿Te resulta fácil confiar en Dios cuando no obtienes las respuestas que esperas o no entiendes las cosas? ¿Qué podemos aprender de este pasaje que nos ayude?
■ ¿Cómo te relacionas con el Espíritu Santo? ¿Le pides ayuda para llevar a la práctica en tu vida las enseñanzas de Jesús?
■ ¿Cómo nos deja Jesús su Paz?
ORATIO:
Dale gracias a Dios por haber enviado a Jesús y al Espíritu Santo. Pídele a Dios que te hable y te muestre cómo quiere que le respondas en el día de hoy. Puede ser con una palabra o una expresión del pasaje de la sagrada Escritura, o tal vez con algo provocado por alguna de las preguntas anteriores. Tómate tu tiempo.
CONTEMPLATIO:
Piensa en lo mucho que te quiere Dios y en la manera en que te ha manifestado su amor hacia ti.
Asómbrate antela maravillosa promesa de que el Padre y Jesús vendrán a vivir con nosotros.
–El que me ama hace caso a mi palabra; y mi Padre le amará, y mi Padre y yo vendremos a vivir con él. El que no me ama no hace caso a mis palabras. Las palabras que estáis escuchando no son mías, sino del Padre, que me ha enviado.
“Os he dicho todo esto mientras permanezco con vosotros; pero el Espíritu Santo, el defensor que el Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que os he dicho.
“Os dejo la paz. Mi paz os doy, pero no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. Ya me oísteis decir que me voy, y que vendré para estar otra vez con vosotros. Si de veras me amaseis os habríais alegrado al saber que voy al Padre, porque él es más que yo. Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis.
Otras lecturas: Hechos 15:1-2, 22-29; Salmo 67:1-2, 4-5, 7;Apocalipsis 21:10-14, 22-23
LECTIO:
Seguimos leyendo esta semana la enseñanza que Jesús les ofreció a sus discípulos en el contexto de la Última Cena (Juan 14-17). El texto de hoy es la respuesta a una pregunta de otro discípulo llamado Judas. (Juan 13:31-35 nos aclara que no es Judas Iscariote, ya que éste se había marchado antes para traicionar a Jesús.)
Jesús acaba de decir que se manifestará a quienes le aman (versículo 21). Judas está desconcertado. ¿Está diciendo Jesús que se va a mostrar solamente a los discípulos? Jesús no responde directamente a Judas, aun cuando es obvio que su entendimiento es muy limitado. Jesús sabe que los discípulos alcanzarán una visión más profunda después de su resurrección. Por eso, en este momento vuelve a poner de relieve su relación con Dios Padre. Recalca que su doctrina procede directamente del Padre y que lo más importante es que cada uno lleve a la práctica su enseñanza. Pero Jesús deja bien claro que no espera que nosotros podamos hacerlo por nuestra cuenta. Dios Padre va a enviarnos un defensor. El Espíritu Santo nos enseñará todo lo que necesitamos para vivir, amar y servir a Jesús.
Jesús les dice que va a dejarlos para ir al Padre. No desvela cuándo sucederá tal cosa, ni explica la naturaleza aterradora de su muerte. Lo que sí hace es infundirles confianza. Les promete que volverá a por ellos, que no se quedarán solos, sino que tendrán al Espíritu Santo para ayudarles, y que les dará su paz.
Jesús quiere que confíen en él. Aunque por el momento no lo entiendan todo, verán más tarde lo que les estaba diciendo y creerán en él.
MEDITATIO:
■ ¿Por qué pone Jesús tanto énfasis en que vivas abiertamente el mensaje del evangelio para expresar el amor que le tienes?
■ ¿Te resulta fácil confiar en Dios cuando no obtienes las respuestas que esperas o no entiendes las cosas? ¿Qué podemos aprender de este pasaje que nos ayude?
■ ¿Cómo te relacionas con el Espíritu Santo? ¿Le pides ayuda para llevar a la práctica en tu vida las enseñanzas de Jesús?
■ ¿Cómo nos deja Jesús su Paz?
ORATIO:
Dale gracias a Dios por haber enviado a Jesús y al Espíritu Santo. Pídele a Dios que te hable y te muestre cómo quiere que le respondas en el día de hoy. Puede ser con una palabra o una expresión del pasaje de la sagrada Escritura, o tal vez con algo provocado por alguna de las preguntas anteriores. Tómate tu tiempo.
CONTEMPLATIO:
Piensa en lo mucho que te quiere Dios y en la manera en que te ha manifestado su amor hacia ti.
Asómbrate antela maravillosa promesa de que el Padre y Jesús vendrán a vivir con nosotros.