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martes, 15 de marzo de 2011

"Sueños de Haití"


El canal "13 TV" emitió el miércoles 12 del pasado mes de Enero un documental titulado: "Sueños de Haití" en la fecha en que se cumplía un año del terremoto que asoló la república del Caribe.

A los 20 días de la catástrofe, el productor de programas televisivos Miguel Ángel Tobías llegaba a Haití acompañado de tres técnicos de TV. Con una tienda de campaña y comida enlatada comenzaron a recorrer el país en compañía de una estudiante de enfermería y un arquitecto, ambos nativos.

La determinación que le llevó a dejar constancia gráfica de los efectos del cataclismo era doble, según él mismo explicó: realizar una acción solidaria con los haitianos, y, sobre todo, la noticia que ofreció un telediario en la que aparecía una niña semienterrada de cintura para abajo que tenía a sus familiares muertos debajo de los escombros y justo cuando los bomberos iban a recatarla, unos militares les dijeron que había disparos por esa zona y que tenían que marcharse. La cría quedó allí. Cuando volvieron a por ella ya había muerto. En ese momento dije a mi madre: "Mamá, tengo que ir allí". Como periodista manifiesta que "se ha encontrado con el reto profesional más difícil… conmovido por una niña enterrada viva."

Terminada la proyección del documental se inició una animada tertulia entre el autor del mismo y quienes participaban en el programa. En una de sus intervenciones Tobías contó lo que pudiéramos entender como la consecuencia personal de su trabajo y la escena final del mismo: "Cuando volvimos al hotel a recoger las maletas para regresar a España, pasamos al comedor para almorzar.

Entre los muchos y variados alimentos que podíamos elegir, todos, sin ponernos de acuerdo, volvimos a la mesa llevando cada uno un plato compuesto por un poco de arroz con frijoles. La misma comida y cantidad que habíamos visto comer a los haitianos víctimas del rigor del cataclismo".

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Reflexión

A veces un solo acontecimiento transforma a una persona, o la confirma en una determinación: sólo hay que verla desde la perspectiva de Dios.

Miguel Ángel y su equipo pasan de la sensibilización al trauma "ante la muerte de la niña" y terminan identificándose con las víctimas a la hora de la comida. Pudiéramos decir que la solidaridad cristiana es un proceso que comienza acercándonos físicamente a los desgraciados y termina haciéndose uno con el que padece, superando "la gula, vanagloria y avaricia", freno de la generosidad.

… en la búsqueda de alimentos, llevan por todas partes su infortunio y muestran todo su dolor cuando suplican… ¿Qué haremos entonces? ¿Será necesario un acto para mostrar nuestra compasión y nuestro amor mutuo hacia los pobres? Hay una gran diferencia entre un objeto pintado y el mismo objeto en la realidad. Así sucede con las palabras cuando no están unidas a los hechos. (S. Gregorio de Nisa)


Delegación diocesana de Orientación Social
Archidiócesis de Sevilla