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Mostrando entradas con la etiqueta Diocesis de Cadiz. Mostrar todas las entradas
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martes, 15 de noviembre de 2011

Marcha Juvenil en la diócesis de Cádiz con su obispo, Mons. Rafael Zornoza

Los días 26 y 27 de noviembre, desde Barbate a Vejer por el Parque Natural de la Braña y al Santuario de La Oliva.
El próximo fin de semana del 26 y 27 de noviembre, el Obispo de Cádiz y Ceuta, Mons. Rafael Zornoza, invita a los jóvenes a una peregrinación hasta el Santuario de la Virgen de La Oliva (Más información en http://www.enredadios.com/site/course/view.php?id=40)

Programa

Sábado, 26 de noviembre

10:00 - Salida desde la parroquia de San Paulino de Barbate. Marcharemos por el Parque Natural de La Breña y los acantilados de Barbate hasta la Tore del Tajo. Durante el camino tendremos la catequesis-encuentro con D. Rafael.

14:00 - Almuerzo y parada para descansar.

17:30 - Llegada aproximada a Vejer de la Frontera. Colegio Divino Salvador.

19:30 - Eucaristía con D. Rafael.

21:00 - Cena y velada festiva.

Domingo, 27 de noviembre

9:30 - Desayuno.

10:00 - Salida en peregrinación hasta el Santuario de La Oliva (Vejer). Rezaremos laudes en la Iglesia de San Miguel.

12:30 - Eucaristía en el Santuario de Nuestra Señora de La Oliva.

14:00 - Almuerzo en el Santuario.

16:00 - Salida de los autobuses hacia los lugares de origen.

Plazo de inscripción: Hasta el 23 de noviembre.

Las plazas de autobús son limitadas y se irán asignando por orden de inscripción.

¿Cómo inscribirse?
Para inscribirte entra en el formulario haciendo clic en el botón "Acceso a Inscripción". Una vez completado deberás hacer efectiva la inscripción pagando los 12 euros a través del banco: 2024-0408-91-3300033606 (CajaSur). Indica como concepto tu nombre y apellidos.

Te agradecemos que envíes comprobante del ingreso a info@enredadios.com. Problemas o dudas: llamar al 654694898 (Pedro) o 622313180 (José Manuel). Recuerda que para participar debes tener, al menos, 16 años.

¿Qué incluye?

El precio de inscripción incluye:

    * Autobús hasta Barbate el día 26 y recogida en Vejer el día 27 (ver las paradas más abajo)
    * Comidas (desde el almuerzo del 26 hasta el almuerzo del 27)
    * Material
    * Alojamiento comunitario en saco de dormir

¿Qué llevar?

Es importante que no olvides:

    * Saco de dormir y esterilla
    * Calzado cómodo para andar
    * Chubasquero por si llueve
    * Ropa de baño (las duchas son comunitarias)
    * Toalla y bolsa de aseo
    * DNI y tarjeta sanitaria
    * Autorización paterna firmada (para menores de edad)

Es importante ir ligero de equipaje.

¿Cómo llegar?

Los autobuses realizarán varias paradas en diferentes localidades. En el formulario de inscripción debes indicar en qué localidad cogerás el bus.

    * El autobús 1 hará paradas en La Línea, Los Barrios, San Roque y Algeciras.

    * El autobús 2 hará paradas en Cádiz, Puerto Real, San Fernando, Chiclana de la Fra. y Conil de la Frontera.

El lugar de las paradas y la hora aproximada de paso se publicará próximamente. El dinero no debe ser impedimento para no participar. Si tienes dificultades consulta a tu párroco o escríbenos a info@enredadios.com

Odisur
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domingo, 30 de octubre de 2011

Ceuta da la bienvenida a su nuevo obispo

Además de la Eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, Mons. Zornoza visitó el Santuario de Santa María de África, donde se postró ante la imagen de la Patrona.

La de hoy ha sido una jornada eminentemente festiva en la Diócesis de Ceuta, pues en la misma ha hecho su presentación don Rafael Zornoza Boy como Obispo de Cádiz y Ceuta. La Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción acogía a las 12 horas una Santa Misa en la que Monseñor Zornoza ha estado acompañado del Nuncio Apostólico de su Santidad en España, Renzo Fratini, y del Arzobispo de Tánger, Monseñor Santiago Agrelo, además de la totalidad del clero ceutí, con el Vicario General de Ceuta a la cabeza, Francisco Correro Tocón, el Cabildo Catedral al completo, así como numerosos sacerdotes de diferentes diócesis de España. Autoridades civiles y militares estuvieron presentes en el acto, en el cual había una nutrida representación de la sociedad ceutí, y centenares de personas que llenaron la Catedral arropando así con su presencia la llegada del nuevo Obispo.

Era un día especial, y así lo demostraba el órgano del templo catedralicio, que daba como canto de entrada el himno oficial de la JMJ de Madrid 2011. Jornadas a la que Monseñor Rafael Zornoza hacía referencia durante su homilía, recordando además a los Santos Patrono de Ceuta, San Daniel y Compañeros Mártires. El himno a Santa María de África puso punto y final a la celebración religiosa, momento en el que numerosos feligreses quisieron dar personalmente la bienvenida a don Rafael, mostrando el señor Obispo muestras de afecto y cariño hacia los ceutíes.

Pero la presentación del nuevo Obispo dio más de si en una ajetreada mañana dominical. Momentos antes de la Eucaristía en la Catedral, Monseñor Zornoza visitaba el Santuario de Santa María de África para postrarse ante la venerada imagen, Patrona de los ceutíes. El rezo del Ángelus, la firma en el libro de honor de la Cofradía de Caballeros, Damas, y Corte de Infantes de Santa María de África y la visita al camarín fueron acontecimientos que se vivieron con gran emoción. Una visita al Palacio Autonómico y un almuerzo con el clero ceutí puso fin a una jornada histórica para todos los que conforman la Iglesia en la ciudad y obispado de Ceuta.

Diócesis de Cádiz y Ceuta. 27/10/2011
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viernes, 28 de octubre de 2011

Mons. Rafael Zornoza, en su toma de posesión, como obispo de Cádiz

Homilía del nuevo Obispo de Cádiz, Mons. Rafael Zornoza Boy, en su toma de posesión en la Catedral de Cádiz.

He aprendido nada más llegar esa copla vuestra, que canta:
A Cái no le llaman Cái
que le llaman relicario,
porque tiene por patrona
a la Virgen del Rosario

Quiero que sea para ella mi primer saludo poniéndome bajo su amparo y protección y ofreciéndole mi persona y ministerio. La visité nada más llegar y esta tarde, con la Salve, le ofreceré la bula papal de mi nombramiento y, con ella, mi persona y ministerio. Os encomiendo también a vosotros, al maternal cuidado de la Virgen María.

1 Saludo al Sr. Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, al Sr. Arzobispo Metropolitano de Sevilla, a los Sres. Arzobispos y Obispos.

Saludo con especial gratitud a D. Antonio Ceballos, pastor de esta diócesis durante los últimos dieciocho años, queridísimo de todos, de bondad ejemplar, que ha dejado aquí su vida y su corazón, gobernando con acierto, con celo y mansedumbre. Esta será siempre su casa, D. Antonio, porque también la tiene en los corazones de todos y, aunque se aleje un tiempo de aquí, deseamos tenerle siempre cerca para gozar de su amistad y consejo.

Saludo cordialmente a las autoridades civiles, militares y académicas; A las autoridades autonómicas, a la Sra. Alcaldesa y la corporación municipal. etc. Gracias su presencia.

Os saludo afectuosamente a todos los diocesanos de Cádiz y Ceuta: al C. Consultores, al Cabildo de la Catedral, a todos los sacerdotes, consagrados, religiosos y religiosas, seminaristas, laicos, asociaciones, movimientos, hermandades. También a los medios de comunicación y a quienes participan en esta retransmisión, especialmente a mi madre enferma y a los monasterios de clausura.

Bienvenidos también cuantos habéis viajado desde Getafe y Madrid para acompañarme, vicarios, sacerdotes, familias, jóvenes, seminaristas. Muchas gracias. Mi saludo para vosotros con especial cariño.

2 Me presento ante vosotros como el que viene en el Nombre del Señor. No tengo más credenciales. Dios me ha conducido hasta aquí después de una intensa y gozosa vida sacerdotal y unos años de obispo. He dicho “sí” al Señor cuando El me lo ha propuesto por medio del Santo Padre, a quien corresponde el cuidado de todas las Iglesias, como dije “sí” cuando me llamó al sacerdocio, y cada vez que me ha pedido otros servicios ministeriales. Así he caminado en mi vida dejándome conducir por Dios en la docilidad que prometí –como todos vosotros, sacerdotes y consagrados— al comienzo de mi ministerio, con la satisfacción contínua y la experiencia de que El nunca defrauda, que llena de gozo el corazón de los que le sirven.

3 Gracias, por tanto, en primer lugar, al Santo Padre que ha puesto su confianza en mi humilde persona. Transmita, Sr. Nuncio, a Su Santidad Benedicto XVI mi agradecimiento y fidelidad. Espero, con la ayuda de Dios, no defraudar a la Santa Iglesia, y servirla como el Señor espera de mí.

4 Hemos escuchado en el evangelio un diálogo cautivador entre Jesús Resucitado y el apóstol San Pedro, una conversación realista en la que Pedro se entrega humildemente al Señor, a pesar de su amor deficiente, y Cristo le pide que apaciente sus ovejas. El apóstol deja la vida sus manos y se pone enteramente al servicio de Dios. Me parece una escena especialmente elocuente en esta celebración eucarística, donde se dice que celebramos mi “toma de posesión”. Esta expresión canónica a mí personalmente me lleva a pensar en la toma de posesión más importante de mi vida, la que la determina hasta el día de hoy. Fue aquel momento en que, con el gesto de las manos extendidas, el obispo que me ordenaba me impuso las manos invocando sobre mí la fuerza del Espíritu Santo.

El Señor puso su mano sobre quienes recibíamos las sagradas órdenes, como diciendo: este es mío; y somos suyos. Desde entonces, sencillamente la vida ya no me pertenece. Dios, que me la dio, la tomó para una misión universal, eclesial. Y ahora me entrega a vosotros, Me parece que más que tomar esta diócesis en propiedad para mí, soy yo quien se entrega a vosotros y sois vosotros quienes tomáis posesión de mí.

Quiero, por tanto, renovar hoy --como lo hace San Pedro---, mi amor a Cristo, que nos hace capaces porque El es la fuente del amor. El es quien “nos amó primero”. El me pone a vuestro servicio y me vincula a vosotros, a quienes ya quiero servir abnegadamente con el corazón del Buen Pastor. Confío plenamente en El pues, quien me toma entre sus manos, también, con ternura, “me cubre con la palma de su mano”, que es lo que hacemos cuando bendecimos. Yo se que de su amor incondicional nos podemos fiar.

Pedidle al Señor por mi para que sea fiel a su Iglesia, que no es nuestra sino suya. Que sepa conduciros hacia el Dios vivo, y os transmitir la fe, que es el gran tesoro para este mundo y para nuestro tiempo. Rogadle que me conceda ser prudente y vigilante, que busque la verdad para mirar a cada uno con libertad de espíritu y sin prejuicios. Yo le pido ser humilde y cercano, para transmitir la bondad de Dios, la relación viva con Jesus, el dialogocon El, y la gracia de sus sacramentos.

5 Esta iglesia de Cádiz y Ceuta tiene una antiquísima historia llena de frutos de santidad, con profundas raíces cristianas que están patentes en sus santos, en su espléndida piedad popular y en su patrimonio artístico. En ella encuentro una fuerte llamada para imitar a sus pastores santos, y a la responsabilidad de profundizar en la fe de los apóstoles y de los mártires que nos han precedido ---como San Germán y San Servando--- para acrecentar nuestra vida cristiana y responder con fidelidad a la misión que el Señor nos confía hoy.

Desde la era apostólica en que llega a nosotros la fe hasta el Beato Juan Pablo II,contemporáneo nuestro cuya fiesta celebramos hoy, podemos contemplarla unidad de la Iglesia en su historia, que constituye ese “nosotros” de la fe por el que nos reconocemos como “un solo cuerpo” (Rom 1,3), y participamos en el “yo” de la Iglesia que es sacramento de Cristo vivo en el mundo, con su misma vida administrada en sus misterios por los pastores, con la misma verdad. Aun parece que escuchamos al Papa Beato que nos dice, Duc in altum, “rema mar adentro”, y que nos sigue invitando a ser santos, a ser amigos de Cristo, quien camina a nuestro lado y guía a la Iglesia hacia la plenitud de la verdad y de la vida. La voz de nuestro querido Juan Pablo II es acorde con los santos patronos del siglo II, y con San Daniel y sus compañeros mártires, y con la del Beato José Diego de Cádiz, y San Francisco Javier y San Juan de Ávila, apóstol de Andalucía y próximo doctor de la Iglesia. Nuestra vida, nuestro corazón y nuestras palabras están en continuidad armónica con todos ellos para mostrar a Cristo Redentor del hombre, siempre actual, el mismo “ayer, hoy y siempre”, y que responde con su eterna novedad a quien busca la vida para siempre.

6 No soy capaz de decir en este momento qué caminos pastorales concretos haremos juntos, que objetivos debemos compartir, pero es evidente que debemos profundizar en nuestro seguimiento de Cristo. Por tanto creo que acierto si os propongo ya desde ahora, como nuestra gran meta, evangelizar. La iglesia entera renueva hoy su esfuerzo por una nueva evangelización promovida por el Santo Padre y esperada con ilusión por todos, para una sociedad que pierde la esperanza cuando olvida sus raíces cristianas. Por lo que sé, coincide con vuestros recientes planes pastorales y el impulso del Sínodo Diocesano de hace diez años.

“¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz!” (Is 52,7). Una sociedad herida por el nihilismo posmoderno no puede ser esperanzada. Donde reina la nada no puede haber alegría por algo, no hay futuro, ni eternidad ni gozo. La vieja Europa devastada por las trágicas guerras del s.XX recuperó sus bienes, pero no sus coordenadas para vivir. Ni siquiera la sociedad del bienestar ha podido ocultar su vacío. La agobiante crisis económica ha puesto de manifiesto otra, la más profunda y determinante: la falta de valores, el imperio del egoísmo y, en suma, la pérdida de Dios.

A nosotros, cristianos de este pueblo, nos pueden faltar recursos, medios, etc,…; cualquier cosa menos esperanza. Ser cristianos nos impide caer en el desánimo, si estamos “arraigados en Cristo, y firmes en la fe” (Col 2,2). Lo nuestro, lo típicamente cristiano, es la esperanza, y con ella, el ánimo (virtus), el gozo, no sólo de vivir y de experimentar que tenemos futuro, que Dios nos ama y espera ---(¡El sí que cree en nosotros!)---, sino de ser portadores de la Buena Noticia para el mundo, la que saca de las crisis, la que crea una nueva humanidad, la que necesita el mundo abatido y menesteroso que nos rodea. Y de esta misión no podemos desertar. Quisiera, por tanto, desde ahora, renovar y alentar la esperanza cristiana, porque el mensaje del evangelio es el mensaje del futuro, la respuesta de Dios a la búsqueda del hombre de hoy. Nada tan oportuno y necesario, nada tan verdadero.

En la cultura secularizada del mundo occidental se tiende a hacer desaparecer a Dios de la conciencia pública, se desvanece el carácter singular de la persona de Cristo y se duda de los valores predicados por la Iglesia. Este es hoy nuestro desafío, un reto providencial que debe hacernos reaccionar con ilusión, lejos de la resignación y del desaliento. El mundo nos pide hoy más que antes que seamos testigos, que demos razón de nuestra fe, que mostremos nuestro gozo por ser seguidores de Jesucristo, que vive resucitado, que nos ha robado el corazón y que nos enseña en la Iglesia la razón última de las cosas, puesto que es la Verdad y la Vida.

Hermanos: “Que la esperanza os tenga alegres” (Rm, 1,14). Es urgente comunicar la alegría que nace de la fe y de la experiencia del amor de Dios. “¡Grita jubiloso, porque Dios ha visitado a su pueblo!” escuchábamos al profeta Isaías. Las personas necesitan hoy ser llamadas de nuevo al objetivo último de su existencia; en su interior hay una profunda sed que sólo Dios puede saciar con su amor infinito. Sin Dios, que nos da lo que nosotros por nosotros mismos no podemos alcanzar (cf. Spe salvi, 31), nuestras vidas están realmente vacías. Cada persona necesita cultivar una relación con Cristo, que ha venido para que tengamos la vida en abundancia (cf. Jn 10,10). La meta de toda nuestra actividad pastoral y catequética, el objeto de nuestra predicación, el centro mismo de nuestro ministerio sacramental ha de ser ayudar a las personas a establecer y alimentar semejante relación vital con “Jesucristo nuestra esperanza” (1 Tm 1,1).

7 Pero ¿qué debemos hacer? Lo primero, a mi entender, es “ser”: ser lo que somos, vivir a fondo lo que el Señor nos ha concedido ya. Es preciso restablecer la primacía del ser sobre el hacer, más aún, la primacía de la gracia, que es principio esencial para una programación pastoral (Cf. Past Greg 12). Seamos verdaderamente creyentes, amigos del Señor, coherentes, fieles de Cristo, cristianos. Queridos sacerdotes, religiosos, laicos; jóvenes, adultos, ancianos o niños; casados, consagrados o solteros; vivamos nuestra vocación con santidad. Es decir, vivamos intensamente nuestra fe, ahora que comenzaremos este “año dedicado a la fe” que acaba de proponer el Santo Padre para “recordar la belleza y la centralidad de la fe, la exigencia de reforzarla y profundizarla a nivel personal y comunitario”(Benedicto XVI, Angelus 17.10.2011). Seamos hombres nuevos y testigos del Señor, “amigos del Hijo de Dios que nos da la vida y la vida en plenitud” (id., Porta fidei, 2).

Ser cristianos es compartir una relación con Dios que transforma la vida, y nos proporciona una profunda fraternidad, una nueva humanidad, una la voluntad firme de servir a Dios a favor del hombre, una vida que es apertura a todos y que transforma el mundo o quiere transformar al mundo según las ideas del Creador. Y quien se deja transformar por Cristo, abre su corazón a la universalidad, a la preocupación por todos, a un amor que no tiene barreras.

8 En cualquier situación social, política, o económica, tendremos que luchar por mostrar la presencia de Dios en el mundo, que hace crecer lo humano cuando acepta que el hombre es imagen de Dios. Podemos expresar con nuestro ejemplo, fácilmente visible en una cultura que se deshumaniza, que vivir cristianamente nos hace más humanos, más libres, si estamos anclados en la verdad, aunque contradiga la moda del momento, o la confusión del relativismo. Por eso, con una firme conciencia cristiana, debemos ser promotores de una caridad generosa, capaces de compartir los bienes, los trabajos, y hasta la vida con los necesitados, los que no tienen trabajo, los emigrantes, los enfermos… y ser defensores de los derechos de todos. Debo decir, por tanto, que me alegran sobremanera las noticias de vuestra caridad y la atención a los necesitados, en especial a los emigrantes, porque muestran la calidad de vuestra vida cristiana.

9 Hay que continuar haciendo todo lo que se pueda para aliviar las dimensiones humanas, morales y espirituales de la actual crisis económica. Cuando hablamos de desempleo recordamos enseguida el número de los parados, pero ellos no son un número, sino gente que sufre y que está herida en su dignidad humana (cf. Car inVer n.25).

Nuestra Iglesia está al lado de los pobres, sirve a los que no tienen trabajo y les ayuda a superar sus necesidades; hace ya grandes esfuerzos por alimentar a los hambrientos y dar refugio a los sin techo. Y debemos seguir haciéndolos, pues no podemos desfallecer, porque es un escándalo la pobreza general y la gran falta de trabajo de nuestra sociedad, que debe exigirnos a todos colaborar para encontrar modos eficaces para promover el bien común en la vida social y económica. Es el momento de cada uno asuma su propia responsabilidad personal o institucional para crear puestos de trabajo y vencer la pobreza que hace estragos. Y reconozcamos a la luz de Dios ---como lo hace la Doctrina Social católica---. que para construir una sociedad más justa, el hombre de hoy debe salir se su relativismo moral y superar la cultura del egoísmo y de la muerte. Que la pobreza haga brillar más en nosotros la riqueza del amor de Dios. Recordemos, además, –con palabras de la Beata Teresa de Calcuta--- que nadie tiene mayor pobreza que quien no saber amar.

Os invito a vivir la “fantasía de la caridad” –como indicaba el Beato Juan Pablo II--- para hacernos profetas del amor de Dios y mostrar a todos la belleza de la vida cristiana ---también a los alejados de la Iglesia---, porque la felicidad que buscamos tiene un nombre y un rostro: el de Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre que nos ama y nos busca.

10 Celebremos por tanto nuestra fe. Cristo el Señor, que resucitado vive para siempre, se hace presente en esta santa liturgia que nos une en comunión con Dios y con toda la Iglesia, presidida por este indigno siervo suyo, pero que por la sacramentalidad de la Iglesia, por la fuerza del Espíritu, es sucesor de los apóstoles y representante del Señor. Pidamos por intercesión del Beato Juan Pablo II quepueda gastar mi vida y serviros como Aquel que “no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por todos". Pues mi oficio y autoridad es un servicio a la unidad y a la comunión que solo se concibe como un servicio de amor (cfr. Chr Dom 16), al servicio de Dios y al servicio de los hombres. AMEN.

+ Rafael Zornoza Boy
Obispo de Cádiz y Ceuta
Catedral, 22 de octubre de 2011
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viernes, 2 de septiembre de 2011

Mons. Antonio Ceballos, Administrador apostólico de Cádiz Ceuta

Hasta la toma de posesión de Mons. Rafael Zornoza Boy.

Ya ha sido publicado el Decreto por el que se confirman en sus cargos los oficios de la Curia Diocesana y se declaran disueltos el Consejo Diocesano del Presbiterio y el de Pastoral.

El Papa ha aceptado la renuncia que le presentó Monseñor Ceballos al cumplir la edad canónica y ha nombrado como nuevo Obispo Diocesano a D. Rafael Zornoza Boy, hasta ahora Obispo Auxiliar de Getafe.

Hasta la toma de posesión del nuevo Obispo electo, será D. Antonio Ceballos quien actúe como Administrador Apostólico. De esta manera, ha confirmado a todos los miembros de la Curia Diocesana, en especial a los Vicarios Generales, de Pastoral y Judicial; y ha declarado disueltos el Consejo Diocesano del Presbiterio y el de Pastoral.

D. Rafael se despide de la Diócesis de Getafe

La noticia ha sido recibida en el Obispado de Getafe en una reunión fraterna, presidida por el obispo de Getafe, don Joaquín López de Andújar, en presencia de la curia diocesana, de algunos delegados y arciprestes y del mismo don Rafael.

Don Joaquín ha iniciado el acto con palabras de agradecimiento hacia don Rafael por su servicio. Le ha felicitado de corazón por su nuevo nombramiento y ha recordado su trayectoria desde que fue creada la Diócesis de Getafe en 1991.

A continuación, don Rafael ha dirigido unas palabras a todos los presentes. Ha querido agradecer, en primer lugar, al Santo Padre, por la confianza depositada en su persona para llevar a cabo esta nueva misión al frente de las diócesis de Cádiz y Ceuta. Se ha mostrado alegre al saberse enviado por el Señor a servir a los fieles de ambas diócesis, por quienes ya reza todos los días. Ha mostrado su gozo de poder vivir en el seno de la Iglesia, misterio de comunión para la misión, y por pertenecer a Cristo y a María, Estrella de los Mares. Don Rafael se ha puesto ha disposición de todos los fieles de las diócesis de Cádiz y Ceuta, de sus sacerdotes, de los religiosos y religiosas y de todos las Hermandades, Asociaciones y Movimientos, así como de los que trabajan en labores de caridad, de los emigrantes, presos y desfavorecidos. Don Rafael ha pedido oraciones a todos, especialmente a los monasterios, para que sepa hacer presente a Cristo, Buen Pastor.

También ha querido expresar su tristeza por la separación de su amada diócesis de Getafe, donde ha dejado su vida y ha aprendido a ser obispo. En Getafe ha ejercido el ministerio episcopal, compenetrado con el obispo titular y el presbiterio, así como con el primer obispo de la diócesis, don Francisco José Pérez y Fernández-Golfín, fallecido en febrero del 2004. Ha querido expresar su agradecimiento a don Joaquín, de quien ha aprendido el gobierno pastoral de una diócesis. Don Rafael se siente honrado de pertenecer a Getafe, de su Iglesia Apostólica, con un clero tan celoso, de tanta devoción a la Virgen. Ha querido tener también palabras de agradecimiento para los sacerdotes, el seminario, los jóvenes y las familias de la diócesis de Getafe.

Don Rafael ha continuado sus palabras mirando hacia el futuro. Le espera una iglesia rica en historia, en la cual han ejercido el episcopado grandes figuras. Ha mostrado su deseo de imitarles para responder al designio de Dios y a las esperanzas del mundo. Está deseando conocer a sus nuevos diocesanos y compartir las inquietudes de seminaristas, consagrados de vida activa y contemplativa y fieles laicos, especialmente con los que sufren la enfermedad, el dolor moral, la marginación, la pérdida de libertad o la pérdida del trabajo. Por último, don Rafael ha mostrado su interés por los jóvenes, con quienes ha compartido siempre su experiencia y su amor al Señor.

El acto ha concluido con un fuerte aplauso para don Rafael. Todos le han mostrado su cercanía y han querido darle ánimos para su nueva tarea.

Odisur
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miércoles, 31 de agosto de 2011

Mensaje de saludo para la Diócesis de Cádiz y Ceuta

Queridos hermanos de Cádiz y Ceuta:

El Papa Benedicto XVI me ha nombrado vuestro Obispo. Recibo su decisión con obediencia filial y con inmensa alegría. En el día en el que se hace pública esta noticia quiero dirigirme a vosotros para saludaros, ponerme ya a vuestra disposición y pediros ya desde ahora vuestra oración por mi.

Agradezco al Santo Padre la confianza que ha depositado en mí al nombrarme Obispo de vuestra diócesis de Cádiz y Ceuta. Doy gracias al Señor que, a pesar de mi debilidad, me ha llamado al ministerio apostólico. Me gustaría ser entre vosotros sacramento de Cristo, Obispo y Pastor de nuestras almas, servidor del Evangelio para la esperanza del mundo. Confío plenamente en El, que me llamó hace mucho a compartir su pastoreo, primero en el sacerdocio y luego en el episcopado. Siempre me ha confortado y me ha hecho experimentar la vida de la Iglesia, su verdad y su caridad, como una experiencia preciosa, y el gozo de servirle. Ahora que me envía a vosotros y me confía este ministerio me acojo a su gracia para servirle siendo testigo fiel de su evangelio.

Llego a una diócesis cargada de historia de fe viva, de santos, de mártires y de obispos ejemplares, signos elocuentes del Buen Pastor, lo que me obliga aún más a pedir con humildad la gracia de estar a su altura y seguir su ejemplo.

Saludo, en primer lugar, a quien ha sido hasta ahora vuestro Obispo, D. Antonio Ceballos, a quien quiero expresar mi afecto y gratitud; y, a continuación, a todos vosotros, sacerdotes, íntimos colaboradores del orden episcopal. También a los religiosos, a todos los miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica, a los movimientos laicales, y a todos los fieles, a las familias y a los niños. De modo especial os saludo a los jóvenes, que vibráis aún con el impulso renovador de la Jornada Mundial de la Juventud de Madrid y a los seminaristas, que vivíis con alegría vuestra preparación al sacerdocio. He dedicado mi mayor esfuerzo estos años a vosotros: confío en vuestra entrega firme y gozosa –jóvenes y seminaristas--, como motor de la nueva evangelización a la que estamos llamados. Envío mi cordial saludo también a las comunidades de vida contemplativa, a cuya oración me encomiendo especialmente desde ahora.

Quiero recordar especialmente a los que sufren por cualquier circunstancia, a los enfermos y ancianos, a cuantos pasan necesidad material o espiritual, a los muchos emigrantes en su precariedad, a cuantos que de un modo u otro estáis padeciendo la crudeza de la actual situación económica. A todos os ofrezco desde ahora mi cercanía y consuelo. Y a quienes trabajáis y os ocupáis de ellos, viendo en su rostro a Cristo doliente, además, mi más profundo agradecimiento.

Saludo cordialmente a las autoridades civiles y militares autonómicas, provinciales y municipales a quienes ofrezco desde ahora mi colaboración sincera al servicio del bien común, y a todas las personas de buena voluntad.

Quiero expresar mi gratitud más sentida, en este momento de distanciamiento costoso para mi, a la iglesia de Getafe, donde he ejercido últimamente mi ministerio sacerdotal junto a su presbiterio, a quien tanto debo, y a su obispo titular D. Joaquín María López de Andujar que me ordenó obispo, con quien he colaborado estrechamente estos últimos años y de quien tanto he aprendido y recibido. Gracias sinceras a todos por su ayuda, compartida en comunión sincera y auténtica fraternidad sacerdotal.

Queridos diocesanos de Cádiz y Ceuta: Anhelo estar pronto entre vosotros, conoceros personalmente y pastorear la Iglesia donde me envía el Señor, de modo que, unidos en El, vivamos cada uno nuestra vocación como hijos de la Iglesia y seamos fieles a la misión que nos ha encomendado, para que el gozo de pertenecerle se transmita con decisión y convencimiento a cuantos nos rodean, y puedan experimentarlo también cuantos le buscan con sincero corazón.

Así se lo pido a nuestros santos patronos de la diócesis, San Servando y San Germán, a San Daniel y a la intercesión poderosa de nuestra Madre queridísima, la Virgen María, tan venerada en las advocaciones de Virgen del Rosario y de Santa María de Africa.


+ Rafael Zornoza Boy
Obispo electo de Cádiz y Ceuta




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jueves, 16 de junio de 2011

Ordenación de presbitero en la diócesis de Cádiz y Ceuta


El próximo domingo día 19 a las 6 de la tarde será ordenado presbítero nuestro hermano Diácono Francisco Castillo Marchante, que se quedo viudo, (para abril 2012 hace dos años), en la Iglesia de San Mateo de Tarifa. Lleva de Diácono más de 23 años. Tiene dos hijas casadas y con varios nietos.


Lucio Victorino Osta Álvarez, Diácono

Coordinador de Atención de la Comunidad Diaconal de la diocesis de Cádiz y Ceuta
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domingo, 5 de junio de 2011

GADITANO DE LEY 2011




LAUDATIO DE DON ANTONIO CEBALLOS ATIENZA, OBISPO DE CÁDIZ Y CEUTA, GADITANO DE LEY 2011

Todo el mundo sabe que para ser gaditano de ley no es necesario haber nacido en Cádiz. Se puede ser gaditano habiendo nacido en cualquier lugar del mundo. Esto es así desde el tiempo de los fenicios y lo será por los siglos de los siglos. Y lo es porque raro es el gaditano que no tiene un antepasado directo, de dos, tres o cuatro generaciones como mucho, que no haya nacido fuera de Cádiz. Se ve así que el gaditano llega en un momento dado, y a lo mejor hasta sin querer, pero se hace gaditano cuando empieza a entrar en el corazón de Cádiz, cuando empieza a entender a su gente, cuando empieza a amar a una ciudad que puede causarnos muchas sensaciones distintas, menos la indiferencia.
Hoy nos hemos reunido aquí para proclamar Gaditano de Ley de 2011 a un hombre que no ha nacido en Cádiz, sino en Alcalá. Siendo de Alcalá, se puede pensar que ya es como si fuera gaditano; y además con denominación de origen, y mucho mando en plaza. Pero este Gaditano de Ley no es de Alcalá de los Gazules, sino de otra, de Alcalá la Real, provincia de Jaén, la tierra donde nació también el escultor Juan Martínez Montañés.
Nos hemos reunido para proclamar Gaditano de Ley de 2011 a don Antonio Ceballos Atienza, obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta. En la reunión que mantuvo el Jurado nombrado por el Ateneo de Cádiz para otorgar esta distinción, don Antonio fue elegido por unanimidad. Y hay que decir, ya de entrada, que el premio no le fue concedido a don Antonio por ser el obispo diocesano de Cádiz, sino ante todo por ser una buena persona, un hombre que ha dejado una huella profunda en Cádiz con su testimonio de vida. Debería precisar, sin duda, esta frase: con su testimonio de vida cristiana. Pero hay que aclarar que el Jurado que le ha concedido el premio era plural en las creencias. Había de todo, desde cristianos de toda la vida, incluidos capillitas, hasta otros que no son católicos y defienden valores laicistas en la sociedad.
Es decir, que este premio no se le ha concedido a don Antonio ni por ser obispo, ni por ser cristiano, sino por ser como es. Aunque también debo añadir (en este caso no como miembro del jurado, sino como católico) que don Antonio nunca hubiera recibido este premio si no tuviera los valores que tiene. Y que esos valores son cristianos resulta evidente.
Decíamos que este Gaditano de Ley nació en Alcalá la Real, en 1935. Pero no llegó a Cádiz como destino hasta que fue nombrado obispo de la diócesis, en diciembre de 1993, cuando ya tenía 58 años. Fue ordenado sacerdote en 1962, después de realizar sus estudios en el Seminario de Jaén y doctorarse en Teología en la Facultad de Granada. Desde 1962 a 1988 estuvo ocupando diversos cargos eclesiásticos en la provincia de Jaén. Entre otros, fue párroco de la parroquia jiennense de San Bartolomé y también canónigo de la Catedral de Jaén durante seis años. Ya por entonces debía ser don Antonio Ceballos un cura muy cura, es decir muy clerical, que es una característica que siempre le hemos visto. Y quizá por eso fue nombrado director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero de la Conferencia Episcopal Española.
En 1988 fue ordenado obispo en la Catedral de Ciudad Rodrigo, una diócesis en la que permaneció al frente del Obispado hasta que tomó posesión como obispo de Cádiz y Ceuta el 29 de enero de 1994.
Don Antonio Ceballos Atienza llegó a Cádiz hace 17 años, un año antes de que Teófila Martínez ganara las elecciones municipales por primera vez. Es un dato que no tiene nada que ver, pero resulta curioso. Don Antonio Ceballos relevó como obispo de Cádiz a don Antonio Dorado, que a su vez había sustituido a don Antonio Añoveros. Esto supone que, desde 1964, para ser obispo de Cádiz es conveniente llamarse Antonio, mientras no se demuestre lo contrario. Ya veremos con el próximo.
Cuando llegó, hace 17 años, era una incógnita para los gaditanos. Un nuevo obispo es recibido con respeto, pero también con expectación, para ver por donde nos lleva en el camino como pastor. Hoy, 17 años después, cuando ya ha presentado oficialmente su renuncia como obispo, por haber cumplido los 75 años de edad, don Antonio Ceballos ya es conocido por todos. Sus cualidades son más que apreciadas. Y ese respeto de cortesía con que fue recibido se ha convertido ahora en el respeto que se gana con el ejemplo, con la bonhomía, con el testimonio personal, con los actos y las actitudes de cada día. Por eso, es hoy para nosotros un Gaditano de Ley.
Y lo es, principalmente, porque don Antonio Ceballos Atienza ha sido, y es aún, el obispo de todos los gaditanos. De los creyentes, pero también de los no creyentes. Es, por encima de todo, el obispo de los que más lo necesitan. Es el obispo de los más pobres. Es el obispo de los que sufren. Es el obispo de los jóvenes que no tienen empleo. Es el obispo de los mayores que viven solos en su soledad. Es el obispo de los enfermos que padecen en los hospitales. Es el obispo de los presos que han tropezado en la vida y han terminado en la cárcel. Es el obispo de las mujeres maltratadas de palabra y de obra. Es el obispo de las monjas que a veces viven calladamente su pobreza, entre obras de arte, mientras no le restauran el convento, como en Santa María. Es el obispo de los inmigrantes que han llegado en pateras, pasando hambre y sed, y de los que se ahogaron por el camino. Es el obispo de los que sufren en sus carnes y en su alma el pinchazo de las drogas. Es el obispo de los pordioseros, de los borrachos, de los locos, de los que despreciamos, de los que nos molestan por las calles. Es el obispo de los que sufren las injusticias de la vida. Es el obispo al que vemos en el culto del esplendor barroco de los templos; y es el obispo al que no vemos en los escenarios de la marginación porque nosotros no estamos ahí, mientras hablamos de solidaridad con palabras vacías, pero él sí está.
Así se ha hecho Gaditano de Ley. Es Gaditano de Ley con los más pobres de Cádiz. Así ha sido el obispo de las Bienaventuranzas. Así ha estado con los pobres de espíritu, con los mansos, con los que lloran, con los que tienen hambre y sed de justicia, con los misericordiosos, con los limpios de corazón, con los pacíficos, con los que sufren persecución por causa de la justicia... Así ha visto a Dios en el rostro de los que verán a Dios.
Y eso es lo que ha visto Cádiz: a un hombre que cree en Dios y se le nota. Nada más y nada menos. A un hombre humilde, sincero, consecuente con su fe. A un obispo que se mezcla con la gente de la calle, que pasea a pie, que no alardea de nada. Don Antonio no es el obispo del Jueves Santo en Cádiz que cantó en su poema José María Pemán. Este obispo no pisa la calle sólo en la tarde del Jueves Santo, para visitar los sagrarios, “con su capa y su muceta, tronco de raso violeta, con verdes borlas por flores, del anillo y pectoral luciente la pedrería, que por el callejón venía de junto la Catedral”.
Este obispo, si se encuentra con “Chano y Diego y Felipe el de las flores y Paquillo el del Palmar, niños de los pescadores, que aún en las fiestas mayores han de salir a la mar” es probable que no les interrumpa el juego, porque estarán acostumbrados a verlo más que a aquel obispo preconciliar, que asustaba a los niños mientras los bendecía con un latín enrevesado.
Yo sé que don Antonio Ceballos Atienza no es una persona a la que le guste recibir galardones. Hoy ha tenido un gesto de cariño, aceptando esta distinción del Ateneo, sólo para no contrariar a quienes hemos querido hacerle este reconocimiento. Sé que no le gustan los elogios, porque eso entra dentro de la condición natural de las personas que son verdaderamente humildes. En consecuencia, sé que esta laudatio le parecerá exagerada y discordante, casi chirriante, a pesar de que me quedo corto.
Pero hay que decir algo más, antes de terminar. Cádiz, que es una ciudad generosa y abierta, es también a veces algo miope para ver la realidad. En Cádiz suele pasar que, cuando te vas, es cuando te valoran más y mejor. Precisamente por eso, creo que don Antonio Ceballos será más y mejor valorado cuando ya no sea obispo de Cádiz; más aún que ahora, cuando todavía lo es. Porque será entonces, cuando ya se haya retirado de la actividad diocesana, cuando se apreciará todavía más el mucho bien que hizo en estos años, cuando notaremos que su ejemplo fue siempre el del mejor pastor: el pastor que usa la vara para guiar, no para dar palos.
En estos años, algunos habrán echado en falta en Cádiz un obispo autoritario, porque teníamos uno que quería buscar la paz a través del diálogo, de la concordia y de los acuerdos entre todos, del respeto como norma de conducta. Sobre todo a nivel interno de la Iglesia, entre aquellos que nos decimos hermanos y a veces no lo demostramos. Si algunos no han sabido entenderlo, han perdido el tiempo; y, cuando lo entiendan, ya sólo quedará la nostalgia del obispo que se nos fue.
Pero quedará para siempre su ejemplo. En estos tiempos, que no son los mejores para la Iglesia Católica, ni para la sociedad civil tampoco, importan mucho los testimonios personales, más que las palabras. En estos tiempos, cuando algunos se empeñan en destacar los peores males que han sacudido a la Iglesia, como si quisieran generalizar, no hay que olvidar lo que vale el testimonio de personas como don Antonio Ceballos Atienza.
El ha escrito numerosas pastorales y orientaciones (yo le publiqué muchas cuando era director del Diario). Cartas y pastorales profundas, con las que ha querido orientar a todos para conseguir un mundo más justo y mejor. Esa es su obra, pero no sólo esa. La mejor pastoral que ha escrito don Antonio Ceballos Atienza ha sido el guión de su vida, humilde y sencilla, al lado de los más necesitados, atento con todos. Ha sido el testimonio de un hombre de bien, de un cristiano auténtico, y eso hay que decirlo claro. Un hombre que amó en tiempos revueltos, y que ha dado ejemplo con su vida a los gaditanos, haciéndose uno más con ellos.
Por eso, hoy queda reconocido como Gaditano de Ley.

José Joaquín León Morgado
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lunes, 2 de mayo de 2011

LA PARROQUIA DE SAN PEDRO, DE LA LÍNEA BENDICE Y RECIBE UN CUADRO DEL BEATO JUAN PABLO II, EL MISMO DÍA DE SU BEATIFICACIÓN.



Con una Iglesia abarrotada de fieles, a pesar de lo inestable del tiempo, la Parroquia de San Pedro Apóstol celebró en el II Domingo de Pascua, de la Divina Misericordia, el pasado 1 de Mayo, la Eucaristía dominical, adhiriéndose, al gozo de toda la Iglesia, en este día, por la Resurrección del Señor y por la Beatificación del Papa Juan Pablo II, presidida la Eucaristía, por el Párroco, el P. Juan Enrique Sánchez Moreno.

Karol Józef Wojtyła (n. Wadowice, Polonia; 18 de mayo de 1920 – † Ciudad del Vaticano; 2 de abril de 2005), fue el 264.º papa de la Iglesia católica de 1978 a 2005. Anteriormente, había sido Obispo auxiliar (desde 1958) y Arzobispo de Cracovia (desde 1962).[] Fue el primer papa polaco en la historia, y uno de los pocos en los últimos siglos que no nacieron en Italia. Su pontificado de 26 años ha sido el tercero más largo en la historia de la Iglesia católica.
Juan Pablo II es una figura, querida y amada por lo que ha sido su vida, por lo que simboliza y porque forma parte de nuestra vida colectiva. Crecimos con él, vivimos su peripecias, compartimos sus alegrías, escuchamos con admiración sus gritos proféticos, les seguimos en su caminar samaritano en pro de los pobres y en su denuncia del no a la guerra y lloramos en el momento de su muerte.
Juan Pablo II es el Papa de varias generaciones. Hizo tantas cosas, dijo tantas cosas que llegó al corazón de millones de personas. Primero, como el atleta de Dios. Después, como el Papa enfermo y dolorido. Pero, sobre todo es el Papa de los Jóvenes. Precisamente, han sido los jóvenes y niños de la Hdad. del Perdón y la Salud y la Parroquia de San Pedro, los que han animado y celebrado con gozo, junto a todos los fieles la Eucaristía de este Domingo, donde por haber, ha habido hasta feligreses de Gibraltar.
A partir del lunes 2 de Mayo y continuando, el 3 y el 4, se celebrará en la Parroquia de San Pedro, un triduo en honor del nuevo Beato. Comenzando la Eucaristía a las 20:00 horas, rezándose 10 minutos antes, con textos y reflexiones del nuevo Beato.
Con el Beato Juan Pablo II, no tengamos miedo, de abrir nuestros corazones y nuestra sociedad a Jesucristo, el Señor.
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viernes, 25 de febrero de 2011

ORDENACION DE NUEVOS DIACONOS EN LA DIOCESIS DE CADIZ Y CEUTA


Con gran alegría, os comunicamos la muy buen noticia de que el domingo 27 de febrero de 2011, a las 12 de la mañana, serán ordenados diáconos nuestros hermanos los aspirantes al diaconado, Jose Manuel Camacho Somoza, de San Fernando; Felipe OgilvieThurlow, de San Roque; Domingo Ruiz Torres, de San Fernando y Francisco Sáez Alcalá, de Chiclana de la Ftra, en la Santa Iglesia Catedral de Cádiz por el Sr. obispo, D. Antonio Ceballos Atienza.

Demos gracias a Dios por estas nuevas vocaciones al servicio del Reino, y oremos por ellos para que sean fieles al ministerio que la Iglesia les confía.
ESTÁS INVITADO
Lucio Osta Alvarez, Diácono
Coordinador de Atención de la Comunidad Diaconal de la diócesis de Cádiz y Ceuta
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miércoles, 19 de enero de 2011

CARTA PASTORAL POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS 2011



UNIDOS


1. Semana de la Unidad

Mis queridos diocesanos:

La Semana de oración por la unidad de los cristianos que se celebra del 18 al 25 de enero, se ha convertido ya en una preciosa oportunidad para reflexionar no solo sobre la unidad de los cristianos sino también sobre la unidad interna de la Iglesia; unidad que pedimos confiadamente al Señor. Esta unidad no es solamente una exigencia de este momento, por el movimiento ecuménico en marcha, sino mucho más, por la importancia decisiva que tiene esta unidad en unas horas, en que según nos advierte el Papa “se ha debilitado el sentido de unidad, de solidaridad y de caridad dentro de la Iglesia”.

Ahora bien, nada más evangélico y, a la vez, más urgente que orar por la realización de aquel vehemente deseo de Cristo en la noche última de su vida: “Padre, que todos sean uno” (Jn 17, 21), y nada más obligado, porque como nos dice el Concilio Vaticano II: “Esta división contradice abiertamente a la voluntad de Cristo, es un escándalo para el mundo y daña la causa santísima de la predicación del Evangelio a toda criatura” (Decreto sobre el ecumenismo, Unitatis redintegratio n. 1).

2. Unidos...
El lema de este año es concreto y elocuente: “Unidos en la enseñanza de los apóstoles, la comunión fraterna, la fracción del pan y la oración”(Hch 2,42). El tema ha sido elegido por la Iglesia cristiana de Jerusalén para recordarnos la unidad en la que vivían los primeros cristianos, y que es necesario mantener.

3. Cuatro elementos de unidad

Los orígenes de la primera Iglesia de Jerusalén nos invita a recordar el tiempo en el que la Iglesia era aún indivisa; se trata de una vuelta a los fundamentos de la fe.

Cuatro elementos se presentan para meditar y reflexionar sobre este tema; estos elementos fueron características destacadas de la comunidad cristiana primitiva y son esenciales para la vida de toda comunidad cristiana. En primer lugar, los apóstoles transmitieron la Palabra. En segundo lugar, una de las características fundamentales de la primera comunidad que creía cuando se reunía, era la comunión fraterna (koinonía). Una tercera característica de la Iglesia primitiva era la celebración de la Eucaristía (la “fracción del pan”), en memoria de la Nueva Alianza que Jesús realizó a través de sus sufrimientos, su muerte y resurrección. Por último, el cuarto aspecto era la ofrenda de una oración continua. Estos cuatro elementos son los pilares de la vida de la Iglesia y de su unidad.

4. Origen de estas divisiones

Brevemente recordemos que el mismo Concilio Vaticano II nos dice que el apóstol San Pablo lamenta ya en su tiempo unas incipientes divisiones en aquellas primeras familias cristiana, y siglos más tarde, en el año1054, se produjo la división entre oriente y occidente, y más tarde, en el siglo XVI se producen otras grandes divisiones dentro de la propia Iglesia de occidente, con la reforma protestante... Podemos decir que desgraciadamente la historia de los discípulos de Jesucristo está salpicada de divisiones, de ahí la fuerte llamada a la unidad.

5. Es más lo que nos une que lo que nos separa

Realmente, son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan. Hay realidades que todavía nos dividen, ya que no toda la familia cristiana acepta el ministerio del Papa, algunas Iglesias cristianas no tienen la misma fe en el sacramento de la Eucaristía..., pero sí leemos todos la misma Palabra de Dios, el bautismo es el mismo, la misma caridad..., aunque no nos podemos conformar con ello. Si estamos unidos y todos profesamos la misma fe y celebramos los mismos sacramentos, es mucho más fácil anunciar a Nuestro Señor Jesucristo.

6. La oración es el centro de estos días

El ecumenismo es necesario porque, desgraciadamente, la familia cristiana no está unida. Llevamos siglos divididos. Somos muchos los bautizados en todo el mundo, pero en distintas Iglesias, y no practicamos la misma fe. Dentro del ecumenismo, de ese camino a recorrer hacia la unidad, juega un papel muy importante la oración por la unidad, y es lo que hacemos en estos días, desde distintos lugares del mundo y desde distintas perspectivas.

Es necesario, pues, orar para que se viva con espíritu de fe, una justa disciplina eclesial, como pide el Papa reiteradamente, que solo puede disgustar a los que buscan o tratan de hacer de la Iglesia un nuevo subjetivismo o confundirlo con lo puramente carismático. Os propongo, pues, unas notas para la oración de estos días:
Primera oración

“En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él, y el mundo no lo conoció. Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron” (Jn 1,10-11). Señor, muchos hermanos nuestros no te han conocido. Quizás nosotros tampoco te hemos abierto el corazón de par en par. Ayúdanos a recibirlos plenamente y a sentirnos íntimamente doloridos ante su situación.

Segunda oración

“Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron” (Mt 2,11). Señor, los magos de Oriente supieron descubrir en la pobreza de una familia desplazada el misterio escondido de todo un Dios que se nos da. Ayúdanos a descubrir, que es más lo que nos une que lo que nos separa.

Tercera oración

“Faltó el vino, y la madre de Jesús le dice: “No tienen vino”. Jesús le dice: “Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora”. Su madre dice a los sirvientes: “Haced lo que él os diga” (Jn 2,3-5). Señor, ayúdanos a tener un corazón como el de tu Madre, que sepa ver las necesidades de los hermanos y obtengamos con la oración el vino de la unidad.

Cuarta oración

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres” (Lc 4,18). Señor, has querido derramar sobre nosotros tu Espíritu para llamarnos a ser instrumentos de unidad de todos los cristianos.

7. Orar sin desfallecer

Se trata de orar, sin desfallecer, como nos encarga el Señor, en una súplica de cenáculo, para que el Señor vuelva a derramar su Espíritu de unidad, de verdad, de discernimiento y de humildad. Escribía San Agustín, no olvidemos “que la soberbia engendra la división, lo mismo que la caridad engendra la unidad”.

Que este Octavario de plegarias del 2011, por la unión de las Iglesias, sea un tiempo fuerte para alcanzar del Señor estas gracias.

Reza por vosotros, os quiere y bendice,


+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Cádiz, 7 de enero de 2011.
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domingo, 16 de enero de 2011

UNA SOLA FAMILIA



CARTA PASTORAL A LOS INMIGRANTES
Día Mundial de las Migraciones
16 de Enero de 2011


Mis queridos hermanos y hermanas inmigrantes:

El Día Mundial de las Migraciones que celebramos el Domingo, 16 de enero, me brinda la oportunidad de dirigirme a todos y cada uno de los inmigrantes que estáis residiendo en nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta.

No os extrañe, queridos diocesanos, que en una Jornada tan señalada escriba esta Carta Pastoral directamente a los inmigrantes. Al mismo tiempo, pido al Señor por toda la Iglesia diocesana para que persevere en la misión de acoger y acompañar a estos hermanos que han llegado hasta nosotros desde muy diversos lugares y culturas y así se puedan sentir entre nosotros como en su propia casa.

1.- Saludo cariñoso para todos los inmigrantes.

Como Pastor de la Iglesia del Señor que peregrina hacia el Reino en esta Diócesis de Cádiz y Ceuta, permitidme un saludo cariñoso dirigido a cada uno de vosotros y a vuestras familias y que haga extensivo todo mi afecto a vuestros hijos e hijas. En estas fechas pienso mucho en todos vosotros. Son momentos muy difíciles los que nos han tocado vivir. Conozco algunos de los problemas y los sinsabores de muchos de vosotros y de vuestras familias, que habéis sido las primeras víctimas en estos tiempos de grave crisis económica. Por eso, rezo al Señor para que los corazones se abran a la acogida cristiana y crezca entre todos nosotros la justicia y la caridad, columnas de una paz auténtica y verdadera.

2.- Todos formamos parte de “Una sola Familia”.

Este año, el Santo Padre Benedicto XVI, ha elegido el lema de UNA SOLA FAMILIA HUMANA para la celebración de la Jornada Mundial de las Migraciones y con ello nos invita a la reflexión y a la oración en torno a esta realidad creciente de la emigración.

Unos y otros, los vecinos del lugar de siempre y los de más reciente incorporación, como vosotros, debemos considerarnos como “una sola familia de hermanos y hermanas en sociedades que son cada vez más multiétnicas e interculturales, donde también las personas de diversas religiones se ven impulsadas al diálogo, para que se pueda encontrar una convivencia serena y provechosa en el respeto de las legítimas diferencias.”[1]

Tanto los emigrantes, como las poblaciones locales que os acogemos, “formamos parte de una sola familia, y todos tenemos el mismo derecho a gozar de los bienes de la tierra, cuyo destino es universal, como enseña la doctrina social de la Iglesia. Aquí encuentran fundamento la solidaridad y el compartir.”[2]

3.- Estamos llamados a construir la fraternidad.

El Concilio Vaticano II afirma que “todos los pueblos forman una comunidad y tienen un mismo origen y fin último que es Dios, cuyos designios de salvación se extienden a todos”[3].

“Que os améis unos a otros, como yo os he amado”,[4]es la invitación que el Señor nos dirige. Una llamada a todos a vivir como hermanos. De hecho, como ya observaba el Papa Pablo VI, “la falta de fraternidad entre los hombres y los pueblos es causa profunda del subdesarrollo”[5] y determina, de algún modo, el fenómeno migratorio.

A esta misión de construir la fraternidad y la gran familia humana entre todos los hombres está totalmente entregada la Iglesia, en cuanto pueblo de Dios que camina en la historia en medio de los demás pueblos. De manera especial, la celebración de la Eucaristía con los hermanos reunidos en torno a una misma mesa es una fuente inagotable de comunión y de fraternidad y el anticipo de “la gran muchedumbre, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua”[6].

4.- La Parroquia, la casa común de todos.

Como Pastor de esta Iglesia, desearía que en todas las Parroquias de esta Diócesis de Cádiz y Ceuta, los inmigrantes y vuestras familias os pudierais sentir como en vuestra propia casa, en la gran familia de los hijos de Dios.

Todos tenemos que esforzarnos en que la Parroquia sea la casa común de todos y fortalecer el sentimiento de pertenencia a una sola familia que se reúne en torno a una misma mesa para compartir el pan y el vino y para invocar al mismo Padre.

Por eso invito a todas las comunidades parroquiales a permanecer en el compromiso de abrir las puertas a los hermanos inmigrantes. “Una comunidad parroquial fraterna es aquella que conoce las familias inmigrantes que viven en el barrio o en el pueblo. Que llama a cada uno por su nombre y se encuentra con ellos, en la calle o en la plaza del pueblo, sabiendo escuchar el misterio de la vida de cada uno.”[7]

También os invito a todos vosotros, los inmigrantes, a que paséis dentro y participéis y os integréis como uno más, formando parte de la gran familia de los hijos de Dios. Invito a los niños inmigrantes a que se junten con los del lugar, a los jóvenes a que os reunáis con vuestros compañeros y participéis en los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud, y a los adultos a que os integréis en los diferentes grupos que existen en las comunidades parroquiales.

5.- Atención preferente de los más débiles y pobres.

En estos tiempos de dificultades, la gran familia que formamos todos debe hacerse más próxima de los que sufren y acompañar con ternura a cada uno, viendo qué puede hacer desde un profundo sentido de la justicia, la fraternidad y la solidaridad, de forma que los procesos de integración puestos en marcha no se paren y sigan adelante, y no exista nadie que se descuelgue y pueda caer en los abismos de la marginación.

Ante la situación que viven los más débiles y ante el sufrimiento y la injusticia no se puede ser neutral. Los cristianos hemos de seguir el camino de Jesucristo, Nuestro Señor, que tuvo una opción preferente en favor de los enfermos y de los más pobres.

Que la Virgen María, San José y el Niño Jesús, la sagrada familia de Nazaret, que conoció en su vida la dureza de la emigración, os sostenga y os acompañe en vuestro caminar.

Reza por vosotros, por vuestras familias y por vuestros hijos, os quiere y os bendice




+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta

[1] Mensaje Benedicto XVI, Jornada Mundial Emigrante y Refugiado 2011
[2] Mensaje Benedicto XVI, Jornada Mundial Emigrante y Refugiado 2011
[3] Nostra Aetate, 1.
[4] Jn 13, 34
[5] Populorum Progressio, 66
[6] Ap. 7, 9
[7] Antonio Ceballos Atienza. Carta Pastoral, Día de las Migraciones de 2009.
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jueves, 13 de enero de 2011

EJERCICIOS ESPIRITUALES EN LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA



A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS DE LA DIÓCESIS,


CON MOTIVO DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES


Amadísimos sacerdotes:

Damos gracias a Dios Padre por este año de gracia del Señor, que estamos dedicándolo felizmente a “Caminar mar adentro”, y con ilusión y entusiasmo para preparar en profundidad la revisión y la aplicación del Sínodo Diocesano, así como la Jornada Mundial de la Juventud.

Este “año de gracia del Señor”, en esta nueva singladura evangélica, estamos avanzando, en nuestra amada Diócesis, en la vida de fraternidad íntima. Es decir, tratamos de compartir la vida, los dones y los bienes, con la mirada puesta en los pequeños y los pobres; asimismo, juntos proclamamos la Palabra, juntos llevamos el peso del pastoreo, juntos vivimos la “comunión y la misión”, juntos comulgamos el abrazo de amor entrañable a los hermanos. Así, esta fraternidad íntima va apareciendo como germen y diseño, en nuestra amada y querida Diócesis, y va siendo aliento para el camino apostólico.

Hoy, cercano ya los días de Ejercicios Espirituales, me es grato invitarte a participar en alguna de las tres tandas. No dejes de participar en la que más te agrade, pero no dejes de hacerlo. Si necesitas ayuda, con toda confianza pídemela.

Estas tres tandas, en las que se trata fundamentalmente de unos días de oración, en un clima de silencio y fraternidad, tendrán lugar en los días indicados, y que te recuerdo:

1ª Tanda: del 6 al 11 de febrero.
Director: D. José María Fernández-Martos, S.J. Prof. Univ.de Comillas (Madrid).

2ª Tanda: del 13 al 18 de febrero.
Director: Mons. D. Santiago Agrelo Martínez, O.F.M. Arzobispo de Tánger.

3ª Tanda: del 20 al 25 de febrero.
Director: Monseñor D. Ginés García Beltrán. Obispo de Guadix-Baza.

Las tres tandas tendrán lugar, como de costumbre, en la Casa de Ejercicios de La Inmaculada, en El Puerto de Santa María. ¡Espero vuestra grata presencia y participación!

Os abraza fraternalmente y reza por vosotros,


+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
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miércoles, 12 de enero de 2011

ADMISION E INTITUCION DE ACOLITO EN LA DIÓCESIS DE CÁDIZ Y CEUTA


La Comunidad diaconal de Cádiz y Ceuta hace fiesta porque el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.

El pasado mes de diciembre de 2010, Don Antonio Ceballos, Obispo de Cádiz y Ceuta ha tenido un retiro con todos los diáconos, candidatos y aspirantes al diaconado permanente de la Diócesis en el Santuario de Nuestra Señora de la Oliva, Vejer de la Frontera (Cádiz)

Comenzó el encuentro con una oración de laúdes presidida por D. Antonio Ceballos junto a los presbíteros Rvd. D. Balbino Díaz y Rvdo. D. Rafael Pinto, donde han sido admitidos como candidatos al diaconado permanente D. José Manuel Camacho Somoza y D. Sebastián Sánchez Romero.

El retiro ha estado enfocado sobre el tema “Camino de oración apostólica”.

Centró el camino de oración apostólica en cuatro apartados: 1) Mirar: el primer momento de la oración es sentirse morado y querido. 2) Contar: Este segundo momento de la oración es contar nuestra vida apostólica a Jesús. 3) Escuchar: la llamada del Señor. 4) Darse y entregarse: El gesto final de la oración es darse.

En la celebración de la Eucaristía, el candidato D. Felipe Ogilvie Thurlow, fue presentado por el padre Balbino, miembro de la Comisión para el Diaconado Permanente y fue instituido en el ministerio de Acolito.

El retiro terminó con una comida fraterna donde hemos aprovechado para intercambiar experiencias y convivir unos con otros.

Nos hemos despedido de nuestro Obispo felicitándole la Navidad y con el deseo de encontrarnos pronto en la ordenación de los próximos diáconos permanentes, que si Dios quiere será en breve.


Manuel López López
Diácono de Cádiz y Ceuta
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jueves, 25 de febrero de 2010

implantación en la Diócesis de Cádiz y Ceuta del catecismo “Jesús es el Señor”.



Estimados párrocos, rectores de iglesias y capellanes:

Como habrá tenido conocimiento por el Boletín oficial del obispado, el pasado día 21 de noviembre de 2009, Don Antonio Ceballos firmó el Decreto sobre la implantación en la Diócesis del catecismo “Jesús es el Señor”. En dicho Decreto afirma, “con objeto de que este catecismo llegue a todos sus destinatarios y les haga posible el camino hacia la fe, es necesario que en todas las actividades catequéticas de nuestra Diócesis, el catecismo “Jesús es el Señor” sea el libro de referencia de la catequesis para los niños y para los padres, así como para los catequistas y los sacerdotes”.

En la comisión del Secretariado, formada por los coordinadores arciprestales, del pasado mes de diciembre haciéndonos eco de las palabras de nuestro Obispo, se aprobó la realización de un cursillo sobre materiales complementarios a dicho catecismo

Después de las gestiones realizadas para fijar fechas, lugares, horarios y disponibilidad de la Editorial San Pablo; el sacerdote D. Lázaro García, Director general de la editorial, vendrá a impartir el cursillo.

Le comunico igualmente el blog que hemos creado para el Secretariado, donde podrá ver en primicia el Boletín ENVIADOS en versión digital y que próximamente enviaremos en papel. http://catequesiscadizyceuta.spaces.live.com/


Esperando contar con su apoyo y la difusión de este cursillo para que llegue la noticia a todos los catequistas de su parroquia y arciprestazgo, tal y como me ha pedido Don Antonio, nuestro Obispo.


Un saludo.


Manuel López López
Diácono de la Diócesis de Cádiz y Ceuta
Delegado Diocesano de Catequesis
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viernes, 15 de enero de 2010

Sentimientos de un Diácono recién ordenados


Con mucho cariño, nuestro hermano Carlos Cámara Vidal, Diácono de la diócesis de Cádiz, nos envía un breve resumen de sus sentimientos acerca de su ordenación como Diácono, el pasado 6 de enero, en la Iglesia Catedral vieja de Cádiz. Agradecemos su disponibilidad, en la petición que los Diáconos del Sur le hemos hecho, pidiéndole lo que ha llevado en el corazón en esos momentos, con la seguridad de que el Señor lo iluminará, le guiará y le hará participar de fuerza en su ministerio.

Recuerdo con afecto y emoción mi ordenación diaconal del pasado 6 de enero que ha sido uno de los días más importates de mi vida y marca un antes y un después en mi vida espiritual. La ceremonia comenzó a las 19.00h en la Parroquia de Santa Cruz presidida por nuestro Obispo Mons. Antonio Ceballos Atienza; me vi rodeado del cariño de mi familia- que vivió intensamente esos momentos- así como de muchos fieles de la Parroquia y de otros lugares; también me sentí arropado por buena parte del clero - sacerdotes y diáconos permanentes de la diócesis de Cádiz y Ceuta que con tanto cariño me han acogido - que desafiaron las inclemencias del tiempo para acompañarme en la ceremonia. Agradezco las oraciones de todos y espero que la misión que recibí ese día la desempeñe con entusiasmo y fidelidad con la ayuda de Dios y la protección de María Santísima que está siempre a nuestro lado como la más tierna de las madres.
Carlos Cámara Vidal
Diácono de la diócesis de Cádiz
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martes, 12 de enero de 2010

Ordenaciones diaconales en la diócesis de Cádiz y Ceuta




"Recibe el Evangelio de Cristo del cual has sido constituido mensajero; convierte en fe viva lo que lees, y lo que has hecho fe viva enséñalo, y cumple aquello que has enseñado". Con estas palabras del rito de ordenación, los pasados días 6 y 9 de enero de 2010, en la diócesis de Cádiz y Ceuta, Mnsr. Ceballos Atienza ordenó dos nuevos diáconos, dos nuevos servidores en la Iglesia. Se trata de Don Carlos Cámara Vidal y Don Francisco Cuevas Subirats. A la celebración, asistieron, junto al prelado, sacerdotes y Diáconos de la diócesis de Asidonia- Jerez, que se unieron para rezar por los nuevos Varones de la Caridad.

Carlos que se ordenó en la festividad de la Epifania, en la Iglesia Catedral Vieja, es célibe y se encargará de la Capitanía del cementerio de Cádiz. Y Francisco que se ordenó el 9 de enero, en la Iglesia de San Pedro de Río San Pedro de Puerto Real, es casado con dos hijos y monitor escolar.

Todo es gracia, nos dice Francisco: “Sinceramente estoy viviendo con gran gozo y alegría todo lo que está aconteciendo. He escogido como lema de mi ministerio "Todo es Gracia" (San Pablo), pues no dejo de reconocer esa abundancia de dones que Dios ha puesto en mi camino”.

Nos unimos a la alegría de nuestra diócesis hermana.
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jueves, 24 de diciembre de 2009

Ordenación de dos nuevos Diáconos en la Diócesis de Cádiz y Ceuta


De nuevo nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta se llena de gozo en el Señor. Nuestro Obispo, Don Antonio Ceballos Atienza ordenará dos nuevos diáconos permanentes.

El día 6 de enero de 2010 a las 19 horas en la Parroquia de Santa Cruz de Cádiz, conferirá el Sagrado Orden del Diaconado Permanente - célibe- al Sr. D. Carlos Javier Cámara Vidal.

El día 9 de enero de 2010, víspera de la Fiesta del Bautismo del Señor, a las 18,00 h. en la Parroquia de San Pedro Apóstol de Puerto Real. Después de siete años de formación y discernimiento, conferirá el Sagrado Orden del Diaconado Permanente al Sr. D. Francisco Cuevas Subirats miembro de la comunidad parroquial. de San Pedro Apóstol, de Puerto Real (Cádiz.

Con palabras de nuestro Obispo podemos repetir: ¡"nuestra iglesia está viva, no lo notáis"!

Con estas dos ordenaciones (D.m.) los diáconos permanentes de Cádiz y Ceuta seremos doce.

Vemos en la foto a los dos próximos diáconos con Mnsr. Ceballos, Obispo de Cádiz y Ceuta. El de la izquierda es Carlos y el de la derecha Francisco.

Manuel López López, Diácono de Cádiz
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lunes, 7 de diciembre de 2009

RETIROS DE ASPIRANTES, CANDIDATOS Y DIACONOS PERMANENTES EN CÁDIZ

El próximo sábado día 12 tendremos un retiro los aspirantes, candidatos y diáconos permanentes de Cádiz y Ceuta en el Santuario de la Virgen de la Oliva con nuestro Obispo Don Antonio Ceballos y el padre D. Balbino Reguera Díaz, Director del Secretariado Diocesano del Clero y miembro del Secretariado Diocesano para el Diaconado Permanente; como es tradicional todos los años.


Terminaremos el retiro con la Celebración de la Eucaristía donde de manera especial daremos gracias a Dios por los 25 años de la ordenación de los primeros diáconos, Florencio, Paco y Antonio, en nuestra querida diócesis de Cádiz y Ceuta.
Finalizaremos el Encuentro con una comida de hermandad especial para celebrar este acontecimiento importante para nuestra diócesis.


En la actualidad somos 10 diáconos permanentes y 7 aspirantes/candidatos.


Manuel López López
Diácono Permanente de Cádiz y Ceuta
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sábado, 28 de noviembre de 2009

La Familia vista por un Ministro de la Iglesia Casado


El pasado 12 de Noviembre de 2009 dio comienzo el curso de formación del Consejo Local del Hermandades y Cofradías, con una primera ponencia a cargo del Diacono Ministro de la Iglesia, Don Lucio Vitorino Osta, donde ha disertado sobre "La familia vista por un Ministro de la Iglesia Casado".

Esta primera cita ha tenido lugar en los salones parroquiales del Santuario de la Inmaculada Concepción con una importante asistencia de miembros de las Hermandades y Cofradías de la ciudad.La conferencia la inicio el Director Espiritual del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, el Reverendo D. Juan Enrique Sánchez Moreno, que tras dar la bienvenida a todos los asistentes, explico brevemente el calendario de reuniones de formación del curso 2009-2010, para continuar con la presentación del ponente.El tema a tratado ha sido presentado mediante medios audiovisuales utilizando el método del "PowerPoint", constando el mismo de tres presentaciones, dando a la vez explicaciones sobre las imagenes que se visionaban.Destaco de forma importante la necesidad de que en las familias y sobre todo en los matrimonios exista comunicación y dialogo, así como una seria y responsable educación por parte de los padres. Indicando que la familia debe ser participativa y unida para poder solucionar situaciones complicadas que puedan surgir.Finalizó con una proyección del misterio de la vida, desde que se engendra hasta que nace un niño.

Manuel López López, Diacono de Cádiz
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