
El 18 de Febrero el misionero salesiano polaco Marek Rybinski fue asesinado en la escuela de Manouba en la que trabajaba. Este sacerdote de 34 años se había presentado voluntario para ir a Túnez cuando fue ordenado sacerdote, y allí residía desde 2007.
Dos semanas antes de ser asesinado escribió acerca del pueblo tunecino: «es una nación joven, inteligente, incapaz de recurrir a la violencia, profundamente buena, que no es capaz de odiar». Y en su primer libro: «Durante mi estancia en Túnez, mi actitud hacia mis hermanos musulmanes ha evolucionado mucho. El miedo al terrorismo y al extremismo ha desaparecido totalmente. Los tunecinos son tan acogedores, amigables, y calurosos. Me enseñan esta actitud».
Estaba tan integrado en la sociedad tunecina que supo buscar dinero por todos los sitios para renovar las instalaciones de la escuela a la que tanto quería y de la que era ecónomo.
Días después del asesinato, el arzobispo de Túnez, monseñor Elías Marun Lahhan presidió en la catedral de la ciudad los funerales del misionero salesiano. Fue una ceremonia emocionada y concurrida a la que no faltaron autoridades y representantes de las comunidades musulmana y hebrea. En la puerta de la catedral los jóvenes tunecinos se manifestaban con pancartas mostrando su rechazo por el asesinato, pidiendo perdón y dejando bien claro que Túnez no fue quien lo mató. De la misma manera reaccionaron los representantes de las instituciones: los ministros de Interior, de Asuntos Exteriores, de Trabajo, de Educación, de Asuntos Religiosos..., los embajadores árabes y extranjeros, incluso el partido islamista Al Nahda. El arzobispo dijo entre otras cosas: «si el grano de trigo no cae en tierra y muere…» Él ha caído muerto y ha dado fruto. Nosotros seguimos adelante… (Revista Ecclesia)
En nuestra vida diaria existen numerosas ocasiones y lugares de actuación para manifestar nuestra fe como instrumento de la bondad de Dios para con los hombres, especialmente indicadas para la construcción del Reino de Dios. Según apunta el teólogo pastoralista González-Carvajal en su obra "Los cristianos en un estado laico", alguna de ellas son: el voluntariado, la cultura, la comunicación social, e incluso el sindicalismo y la política.
Delegación de Orientación Social
Archidiócesis de Sevilla