slider cabecera

martes, 3 de enero de 2012

AÑO NUEVO / SANTA MARÍA MADRE DE DIOS

AÑO NUEVO  /  SANTA MARÍA MADRE DE DIOS
(Contempla y disfruta la Palabra de Dios: Números 6,22-27  / Gálatas 4,4-7  / Lucas 2,16-21)

Año Nuevo

Iniciamos un año nuevo y, de forma habitual, nos felicitamos, como venimos haciendo todos los años; esta noche, mañana, estos días saldrá de nuestra boca muchas veces eso de “feliz año nuevo”.

¿Es una afirmación o es un deseo?

-         Si es una afirmación, pecaríamos de ingenuos o de inconscientes, pues si miramos a la situación social no podemos hacer alegremente esta afirmación: nos espera un año de ajustes, de contención económica, de poco crecimiento en lo que llamamos estado del bienestar, etc., etc.

-         Si es un deseo sí que la cosa cambia: todos queremos, de verdad, lo mejor para todos. ¡Seguro que sí!

Aspectos humanos

Y como cierre del año anterior e inicio de nuevo año, creo que hay dos aspectos que podemos y debemos tener en cuenta:

1) Balance:

-         Es lógico que miremos a los 12 meses anteriores y nos hagamos un balance:
-         ¿Qué he vivido -hemos vivido- en la familia, de bueno? ¿Qué hemos vivido de menos bueno o de dificultoso o complicado?
-         Tendré que dar gracias por unas cosas. Tendré que pedir perdón por otras.
-         Miremos así tranquilamente a nuestra propia persona, a nuestra familia, a nuestra comunidad parroquial, a nuestro trabajo, a nuestro entorno… Agradezcamos todo lo bueno, y pidamos perdón por todo lo que no fue bien…

2) Felicitación y buenos deseos:

-         Desde ese balance reflexivo miramos adelante. Y seguro que queremos que todo mejore, para nosotros y para todos los hombres.
-         Humanamente, como familiares, como amigos, como conocidos, como compañeros… acrecentemos todos el buen deseo de lo positivo, de lo bueno, de lo que nos ayuda a todos en más humanidad y en más fraternidad.
-         Que nuestra más honda actitud sea la de buscar el bien, querer el bien, exigir el bien, animarnos unos a otros con palabras de bien.
Desde la Palabra de Dios

Y en nuestro caso hay más: la fe es un plus, y los cristianos iniciamos el año como nuevo año de gracia del Señor, 2012 annus Domini (2012 año del Señor).

Y porque sabemos que es Año de gracia del Señor, lo queremos vivir:

1) Con la bendición de Dios (1ª lectura, Núm 6,22-27, preciosa bendición):

-         El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor. El Señor se fije en ti y te conceda la paz.
-         Bendición de Dios, la paz de Dios, Shalom: todos los bienes divinos, todo lo que el hombre puede soñar, toda la paz exterior e interior.
-         Esta bendición alcanza a todos los hombres. Y Dios pone ante ti, ante mí 366 días para vivirlos con ella, para llenarlos de ella.
-         Y Dios saldrá cada día a conversar amorosamente con cada uno de sus hijos (DV 21), con cada uno de nosotros. Atentos a su Palabra: escucha y diálogo.
-         Dios dice bien de mí, me bendice: ¡Que yo diga bien de los demás, que yo bendiga a los demás!
Dios no mal-dice de mí: que yo no mal-diga de nadie.

2) Con la asidua contemplación del Salvador, llevar la paz bendiciendo:

-         Nos dice el Evangelio en la escena que hemos escuchado (Lc 2,16-21) que, mirando al Niño, mirando a los pastores, María conservaba todas estas cosas y las meditaba -las contemplaba- en su corazón.
-         Tengo yo 366 días por delante para -cada día- pararme, serenarme, mirar las escenas de la vida, mirar al Salvador… y trabajar en la vida por la paz de Belén, la paz de los sencillos, la armonía entre todos.
-         Contemplar a Jesús: Salvador. Contemplar su Palabra: Palabra de Vida. Y desde esa contemplación: vivir cada día sirviendo a los hermanos.

3) Hijos en el Hijo (Gál 4,4-7):

-         Él es el Hijo, nacido de mujer, en Él hemos recibido el ser hijos por adopción, ya somos hijos.
-         Tú y yo somos hijos de Dios, tú y yo hacemos el camino cogidos de la mano de esa mujer: María, Santa María Madre de Dios.

Así el año que comenzamos:

-         Bendecidos por Dios, hijos en el Hijo, buscando la paz entre todos, y de la mano de María, ¡vivamos el año que se inicia!
-         ¡Que el Señor nos conceda lo mejor para todos!
-         Y que cada uno de nosotros hagamos el mayor bien posible donde quiera que estemos.