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viernes, 6 de enero de 2012

El jefe de la Policía Local de Olot se prepara para ser Diácono

Ignasi López, de 53 años, está casado y tiene 4 hijos

Considera que su trabajo de policía y su vocación son "compatibles" por su deseo de "servir"

El pasado 31 de diciembre recibió los ministerios laicales de lector y acólito de manos del obispo de Girona.

El jefe de la Policía Local de Olot, Ignasi López, lleva más de 8 años preparándose en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Girona, donde ha estudiado materias relacionadas con la iglesia y la teología. Así, el pasado 31 de diciembre recibió los ministerios laicales de lector y acólito de manos del obispo de Girona, Francesc Pardo, en el paso previo a la ordenación de diácono permanente.


"EEs un paso más en el proceso de diaconato y, como creyente, estoy muy contento de poder dar este servicio a la iglesia de Girona", ha explicado López.


El jefe de la Policía Local de Olot, considera que el trabajo de policía y su contribución a la iglesia son "compatibles", ya que cree que los dos tienen la vocación de "servir".


Con 53 años, casado y padre de cuatro hijos, Ignasi López recibió los ministerios laicales de lector y acólito, acompañado de sus familiares, de los seminaristas, el rector del seminario, el mosén Jordi Font y cinco candidatos más a diáconos permanentes que están en periodo de formación. Durante la homilía, el obispo agradeció su disponibilidad de servicio a la Iglesia y la ayuda y apoyo de los familiares.


López dice sentirse "orgulloso" de poder prestar este servicio y reconoce que, en los momentos "complicados" que vivimos, es necesario asumir "compromisos".


La "inquietud" de ampliar su formación como cristiano lo llevó a cursas sus estudios en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Girona, que depende del Obispado. Aunque en un principio deberían durar cinco años, para Ignasi López han sido más de ocho años, ya que ha combinado sus estudios con la vida familiar y laboral. Ahora, siente que los esfuerzos han merecido la pena y espera poder llegar a ser diácono en un futuro próximo.

Actualmente, colabora con la parroquia de la Cellera de Ter, ayudando al mosén con la lectura de los textos, apoyando en el momento de la eucaristía, y en otras actividades pastorales y del día a día de la parroquia. Si llega a ser nombrado diácono, podrá bautizar, presidir bodas y entierros, llevar la comunión a los enfermos o dirigir actividades de catequesis, entre otros. 

(RD/Agencias)