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martes, 5 de julio de 2011

El Sacramento del Matrimonio. El liderazgo de la maternidad espiritual y de la paternidad espiritual



No me estoy refiriendo aquí, a la polémica absurda de si en el matrimonio manda el hombre o la mujer. Me refiero a que exista un liderazgo espiritual coherente y coordinado entre el padre y la madre.
¿Qué quiero expresar con el término "Iiderazgo espiritual de la madre"? Es obvio que el amor carnal nos suele llevar a entregamos de una forma muy instintiva: "Yo por mis hijos hago lo que sea, si hace falta doy la vida, voy donde sea ... ". Sí, pero puede ocurrir que esto se compagine con la indiferencia o la omisión hacia los hijos del prójimo, "porque esos ya no son míos". A veces diferenciamos tanto el amor a nuestros hijos del resto de los mortales, que hasta parece que los estamos contraponiendo. De este grave error se suelen desprender muchas consecuencias negativas: El amor a los hijos es posesivo. Se les consiente en exceso. Se les saca la cara siempre y de forma incondicional. Se intenta evitar a cualquier precio el sufrimiento y la experiencia de la cruz ... Se trata de un "amor maternal muy carnal" que hace mucho daño, porque no ama bien. ¡Qué gran lección puede dar una madre a su hijo cuando le enseña a compartir su amor con el prójimo! iEs la mejor lección de justicia que podemos recibir desde pequeños!
Recuerdo haber tenido que llamar la atención a algún niño en la catequesis, en Zumárraga, y encontrarme con la paradoja de que los padres me mirasen con mala cara. Vino la madre a hablar conmigo, y durante la conversación, no terminaba de aceptar que su hijo mereciese ninguna corrección. Hubo un momento en que le dije a la madre: "Oiga, usted y yo estamos en el mismo bando, los dos queremos educar al niño". Pero, por desgracia, el concepto carnal del amor hace que cualquier corrección se perciba como un ataque.
También existe una crisis de "paternidad espiritual". Creo que nuestra cultura, en su reacción contra el machismo, ha pasado de éste a la actitud "acomplejada". la figura del padre está todavía más en crisis que la de la madre. A la madre se le cuestiona mucho menos, pues se caracteriza por sacamos siempre las "castañas del fuego". Pero claro, el padre se pregunta: "¿Y yo, qué posición tengo en la educación de los hijos?" Existe una crisis de liderazgo espiritual paterna, de transmisión de valores, con el riesgo de que el padre se ausente y delegue totalmente en la mujer la educación de los hijos. De hecho, uno de los modelos que más se repiten es el de una madre súper protectora, con un amor muy posesivo hacia sus hijos, combinado con un padre más bien ausente, lo cual suele derivar en grandes crisis de identidad en los hijos.

Mons. José Ignacio Munilla
Obispo de San Sebastián

Sexta clave: el liderazgo de la maternidad espiritual y de la paternidad espiritual.